La hegemonía de Flick, contra Xabi Alonso y Simeone

Hansi Flick, durante la presentación del Barcelona antes del Joan Gamper, el pasado domingo. EFE/Quique García

Madrid, 12 ago (EFE).- La impactante irrupción de Hansi Flick en el Barcelona, campeón de todo en España en un año, sube la exigencia en la nueva temporada, desafiado por Xabi Alonso, con el Real Madrid, y Diego Simeone, con el Atlético de Madrid, pero también enfrentado al presente y a la propia presión habitual del club azulgrana. 

LaLiga EA Sports desata la partida entre tres de los mejores estrategas del mundo, entre estilos diferentes y formas distintas de ganar, pero con la ambición irrenunciable por la que deben moverse sus proyectos desde diversas circunstancias: el dominio de Flick, la prueba de fuego de Xabi Alonso y la reválida necesaria de Simeone.

No hay términos medios para ninguno en este curso. Ni siquiera para Flick, por más que su última campaña haya sido incontestable a nivel nacional. Lo ganó todo: primero la Supercopa de España, luego la Copa del Rey y finalmente LaLiga, después de sobrepasar las dudas surgidas entre noviembre y diciembre de 2024, tras su impresionante inicio. 

Después, el Barcelona fue imparable en el liderato: 16 victorias en las últimas 18 jornadas. El éxito de Flick. “Es la mayor fortaleza del Barcelona. Tiene una capacidad de transmitir a los jugadores el estilo de juego que está proponiendo y su llegada le ha hecho muy bien al Barcelona”, destacó el pasado curso uno de sus rivales, Diego Simeone. 

Ahora sube la dificultad. Estudiada y conocida su línea alta de presión, su defensa adelantada, su mecanismo del fuera de juego, la nueva campaña lo reta. Desde 2019, ningún club ha ganado dos Ligas seguidas. Es su meta. 

El momento de Xabi Alonso 

Sus adversarios más evidentes son el Real Madrid y el Atlético de Madrid. En el conjunto blanco, Xabi Alonso, historia absoluta del fútbol español como magnífico centrocampista, se estrena como entrenador en la Primera División nacional, después de traspasar las expectativas con el Bayer Leverkusen, al que hizo campeón de la Bundesliga por primera vez hace dos años, en 2023-24. 

Su atractivo estilo, sus méritos lejos del Real Madrid y su consolidación indudable en el panorama europeo lo posicionaron como candidato único al banquillo del club blanco, en la misma medida que era un realidad agotada el proyecto de Carlo Ancelotti. Ya compitió hasta semifinales en el Mundial de Clubes. Ahora necesita más.

No vale con eso en la nueva temporada en el Real Madrid, con Kylian Mbappé o Vinicius Junior como figuras a las que involucrar también en el trabajo colectivo, tan crucial como es cada detalle y cada metro en el fútbol moderno, y con un medio campo que rearmar tras el cambio generacional, ya sin Toni Kroos ni Luka Modric, que ahora jugará en el Milan.

Son dos de los asuntos esenciales de Xabi Alonso en la pretemporada y más allá. Ha fichado cuatro jugadores por 167,5 millones de euros, tres en la parcela defensiva (Dean Huijsen, Alexander-Arnold y Álvaro Carreras) y otro en la ofensiva, el talento argentino Franco Mastantuono, procedente de River Plate, para relanzar en LaLiga al Real Madrid, campeón de esta competición ‘sólo’ en cinco de las últimas diecisiete ediciones.

Simeone 14.0 

Dos de esas Ligas las ganó el Atlético de Diego Simeone, ante la decimocuarta campaña que empieza al frente del club rojiblanco. Un técnico de récord, que debutó en LaLiga en enero de 2012. Es el único que ha ganado esta competición a Madrid y Barça en los últimos 20 años… Y dos veces: 2013-14 y 2020-21.

Cada temporada es una reválida constante para Simeone, al que el club le reclama el pase a la Liga de Campeones (se ha clasificado sucesivamente para ese torneo en sus trece cursos completos anteriores al frente del equipo), pero a él, a su equipo y a la afición, tal meta, ya asumida como habitual en los últimos tiempos, no les llena del todo. Quiere competir hasta el final. Ansía títulos. No los gana desde aquel 2021.

La inversión ha sido potente este verano. Son siete fichajes hasta ahora por 172 millones de euros en fijos: Álex Baena, Johnny Cardoso, Thiago Almada, Matteo Ruggeri, Marc Pubill, David Hancko y Giacomo Raspadori. Ya invirtió 183 hace un año para traer a Julián Alvarez, Clement Lenglet, Conor Gallagher, Robin Le Normand y Juan Musso. Y siguen Jan Oblak, Marcos Llorente, José María Giménez, Pablo Barrios, Koke Resurreccion, Giuliano Simeone, Antoine Griezmann, Alexander Sorloth… Le toca a Simeone darle forma y recorrido al equipo. 

Su proyecto sigue vigente, como ocurre con Ernesto Valverde en el Athletic Club y Marcelino García Toral en el Villarreal, ambos de vuelta a la Liga de Campeones. Dos banquillos más que consolidados. Una garantía para sus equipos, en pleno auge y con altas expectativas para la nueva campaña, con Nico Williams de rojiblanco, pese a la atracción del Barcelona.

La continuidad de 16 banquillos 

De los ocho primeros de la clasificación de la última Liga, solo el Real Madrid ha cambiado de entrenador. Aparte de Flick, Simeone, Marcelino y Valverde, también sigue Manuel Pellegrini en el Betis. El chileno encara su sexta temporada seguida con el conjunto verdiblanco, con Europa de nuevo como obligación y aliciente, tras quedarse a las puertas de la Champions hace apenas unos meses. Fue sexto en la tabla, aparte de finalista de la Liga Conferencia.

Igualmente, continúan Claudio Giráldez e Iñigo Pérez en el Celta y el Rayo Vallecano, respectivamente, con el reto europeo por delante. 

Otros nueve conjuntos mantienen sus técnicos de la pasada temporada a la actual: Jagoba Arrasate en el Mallorca, Carlos Corberán en el Valencia (salvó al equipo tras una reacción imponente desde su llegada), José Bordalás en el Getafe, Manolo González en el Espanyol, el argentino Eduardo ‘Chacho’ Coudet en el Alavés y Míchel Sánchez en el Girona, además de los tres ascendidos: Julián Calero en el Levante, Éder Sarabia en el Elche y Veljko Paunovic en el Oviedo. 

Almeyda, contra los vaivenes del Sevilla  

Cuatro equipos inician nuevos ciclos en sus banquillos. No solo el Real Madrid, sino también la Real Sociedad, el Sevilla y Osasuna, desde diversas perspectivas. 

Después del adiós de Imanol Alguacil, ahora en Arabia Saudí tras llevar a la Real Sociedad a grandes cotas durante sus siete años al frente del primer equipo, el club donostiarra apuesta por otro hombre de la casa, Sergio Francisco, que ha sido técnico en las categorías inferiores de la entidad de forma ininterrumpida desde 2017. Ahora da el salto. Es una fórmula de éxito para la Real. 

En contraste, los vaivenes del Sevilla en los últimos años son una evidencia de su titubeante camino por LaLiga. En 2022-23 fue undécimo, en 2023-24 terminó decimotercero y en 2024-25 concluyó decimoséptimo, apenas un puesto por encima del descenso. En todos se sintió en peligro, agobiado por una hipotética caída a Segunda División, esquivada a última hora. Ha estado al límite entre cambios de técnicos.

En ese periodo, ha tenido seis entrenadores, hasta desembocar ahora en el argentino Matías Almeyda, que se mide a la inestabilidad de los tiempos de crisis económica y agitación institucional que padece el Sevilla en los últimos cursos. 

Jugador en el Sánchez Pizjuan en 1996-97, con 30 encuentros con el equipo hispalense, ahora sentirá la exigencia como entrenador, tras su paso por el AEK Atenas, el San José Earthquakes, el Chivas Guadalajara, el Banfield y el River Plate. 

A Osasuna, a las puertas de Europa la pasada campaña, llega Alessio Lisci. A un paso del histórico ascenso hace unos meses con el Mirandés, es el elegido por el club navarro para el objetivo de la permanencia y el desafío de la competición europea, tras la salida de Vicente Moreno por decisión propia.

Iñaki Dufour