La IA ayuda a mantener vivo el recuerdo de los supervivientes de la bomba atómica

Ocho décadas después del bombardeo en Hiroshima y Nagasaki, la memoria de los supervivientes se desvanece conforme su número mengua. La Inteligencia Artificial (IA) emerge ahora como una herramienta clave para preservar los recuerdos del horror que vivieron. 
EFE/ Edurne Morillo

Hiroshima (Japón), 2 ago (EFE).- Ocho décadas después del bombardeo en Hiroshima y Nagasaki, la memoria de los supervivientes se desvanece conforme su número mengua. La Inteligencia Artificial (IA) emerge ahora como una herramienta clave para preservar los recuerdos del horror que vivieron.

La IA, cada vez más presente en nuestro día a día, podría ser una herramienta clave en un futuro cercano, cuando no queden más «hibakusha» -supervivientes de los bombardeos atómicos- para compartir su testimonio con el mundo.

Esta es la propuesta de la cadena pública japonesa NHK, que ha desarrollado el Simulador de Testimonios de Hibakusha, una gran pantalla con vídeo en alta definición que permite a los usuarios hacer preguntas a los supervivientes a través de un micrófono y recibir una respuesta.

«Como cadena pública en Hiroshima, es un tema importante imaginar cómo será un mundo en el que no haya hibakusha y pensamos qué hacer para dejar su memoria», explicó a EFE la productora de contenido de NHK Seiko Ikuta, durante un viaje de prensa el pasado julio organizado por el Centro de Prensa Extranjera de Japón (FPCJ, en inglés).

Para Ikuta, ya existen muchos vídeos de testigos, pero estos son «unilaterales» y esto hace que los oyentes «no se concentren», por lo tanto decidieron crear una herramienta en la que se pudieran hacer preguntas y respuestas y que genera una sensación «realista»

La herramienta, que no utiliza IA generativa, permite que los ciudadanos hagan cualquier tipo de pregunta a los supervivientes; desde cómo vivieron el día del bombardeo a cuál era la música que escuchaban en la radio en esa época.

Después, utilizando palabras clave, interpreta la pregunta y busca la respuesta más acorde entre un archivo de unas 900 creando la sensación de que se está teniendo una conversación real con el «hibakusha».

La principal diferencia con los testimonios grabados que existen tanto en el Museo por la Paz de Hiroshima como en el de Nagasaki, es que el usuario adopta una posición destacada y se genera una escucha más activa.

El mensaje de una superviviente

Ocho décadas después del bombardeo en Hiroshima y Nagasaki, la memoria de los supervivientes se desvanece conforme su número mengua. La Inteligencia Artificial (IA) emerge ahora como una herramienta clave para preservar los recuerdos del horror que vivieron. 
EFE/ Edurne Morillo

Por el momento, la herramienta sólo permite interactuar con la superviviente Yoshiko Kajimoto, de 94 años, que se encontraba en una fábrica de munición en el momento del bombardeo a unos 2,3 kilómetros del hipocentro del mismo.

Aunque al principio tuvo algunas reservas sobre el proyecto, Kajimoto quiso participar en el mismo ya que es consciente de que cada vez quedan menos supervivientes con vida y es importante que su memoria pase a las nuevas generaciones.

«Han pasado 80 años, mucho tiempo, y han muerto muchas personas que sufrieron la bomba atómica y la guerra, solo quedan unos pocos mayores como yo», dijo a EFE, y añadió que es precisamente ahora cuando quiere contar «al mayor número de personas posibles la tragedia y lo duro que fue».

Kajimoto es consciente de que en 10 años, en el 90 aniversario, probablemente ya no quedarán supervivientes con vida, por lo que su único deseo es que su mensaje «llegue al mayor número de personas posible».

El número de hibakusha de Hiroshima y Nagasaki ha caído por debajo de los 100.000 por primera vez desde que se tiene registro, según datos publicados el pasado julio por el Ministerio de Bienestar japonés.

A cierre de marzo, 99.130 personas contaban con el certificado oficial de víctima, 7.695 menos que el año anterior. La edad media de los supervivientes aumentó hasta los 86,13 años, frente a los 85,58 del año previo, reflejo del envejecimiento de una población marcada por la tragedia atómica ocurrida hace casi ocho décadas.

 Edurne Morillo

Ocho décadas después del bombardeo en Hiroshima y Nagasaki, la memoria de los supervivientes se desvanece conforme su número mengua. La Inteligencia Artificial (IA) emerge ahora como una herramienta clave para preservar los recuerdos del horror que vivieron. 
EFE/ Edurne Morillo