La IA llega a la Formación Profesional aún con uso limitado aunque mayor en Grado Superior

Varios estudiantes en un aula de la F.P. EFE/Carlos Barba

Madrid, 2 oct (EFE).- La aplicación de la Inteligencia Artificial (IA) llega a la Formación Profesional (FP), aunque su uso todavía es limitado, y es el alumnado de Grado Superior el que presenta un mayor nivel de acceso a esta tecnología y de disposición a utilizarla en sus estudios.

El 77 % del alumnado de FP de Grado Superior emplea la IA generativa para redactar trabajos y el 55,7 % para estudiar exámenes. Sin embargo, el uso frecuente es bajo, y solo un tercio del alumnado la utiliza regularmente, según el primer informe ‘Inteligencia Artificial y Formación Profesional: oportunidades y riesgos’, elaborado por Ayuda en Acción y el CSIC.

Un estudio que, basado en un centenar de investigaciones sobre la IA en diversos países y en 355 entrevistas a docentes y 550 a alumnado de Formación Profesional, resalta que la IA se aplica más en centros públicos (el 35 % la usa con frecuencia) que en centros privados o concertados, con un uso inferior al 20 %.

Las conclusiones resaltan que el profesorado de FP reconoce la creciente relevancia de la IA en la educación, aunque su uso aún no es mayoritario, e inciden en que existe una necesidad de formación tanto para docentes como para estudiantes.

En FP Básica y en Grado Medio la ha utilizado en alguna ocasión alrededor del 50 % del profesorado, mientras en Grado Superior sube al 64 %. Sin embargo, el uso habitual es bajo; solo el 11 % del profesorado de FP Básica utiliza la IA generativa frecuentemente, frente al 19 % de docentes de Grado Medio y el 30 % de Grado Superior.

Entre las utilidades más comunes para el profesorado destacan la generación de rúbricas, el diseño de actividades, la redacción de ejemplos y la búsqueda de recursos didácticos.

Una de las consideraciones que más preocupa entre el profesorado encuestado es que «la baja motivación del alumnado y sus limitadas competencias digitales empujan a los estudiantes a utilizar la IA de forma poco crítica» y perciben que el alumnado tiene dificultades para buscar información fiable.

Advierten de que esta combinación de factores provoca que si el alumnado delega la realización de tareas en la IA generativa, habrá una falta de comprensión del contenido generado.

La necesidad de aprendizaje sobre IA es una demanda, y el 81,2 % del profesorado la considera necesaria. Ocho de cada diez cree que su alumnado también debe recibir formación.

La IA no está presente en clase

El 44,6 % de los docentes encuestados reconoce que no ha trabajado con la IA en clase.

No obstante, casi seis de cada diez profesores reconoce que la principal aplicación podría ser la preparación de contenidos, y el 43 % opina que también para la preparación de exámenes.

Entre el alumnado, aunque hay una predisposición a usar la IA para preparar trabajos, los buscadores web tradicionales (como Google) y la ayuda de compañeros siguen siendo los recursos a los que recurren con mayor probabilidad.

Falta evidencia científica sobre el impacto de la IA

El estudio remarca que hay muy poca evidencia empírica sobre los efectos de la IA en los diferentes niveles educativos de la FP, así como en su proceso de aprendizaje y en su nivel de inserción laboral.

En este sentido, incide en que la falta de planes, la escasa alfabetización digital crítica del profesorado y del alumnado puede provocar un aumento de las desigualdades en la elección de itinerarios o en la continuación o abandono del proceso formativo.

El uso responsable de esta tecnología es un factor que demanda alumnado y profesorado.

 Recomendaciones para avanzar en una IA responsable

El informe propone consejos para un uso ético de la IA que no genere desigualdades sociales:

– Ajustar la IA a las prioridades y retos de la FP, no a la inversa.

– Producir evidencias científicas sobre los efectos de la IA a medio y largo plazo.

– Desarrollar desde la administración herramientas digitales específicas para la FP, auditadas, transparentes, con fines educativos y de fácil acceso.

– Medidas que impliquen el desarrollo del pensamiento crítico sobre estas tecnologías para hacer frente a la información falsa, el ‘cyberbulling’ o la discriminación digital.

– Establecer criterios comunes en los centros de FP y tener en cuenta que la tutorización y la orientación profesional son procesos que requieren del vínculo personal y no es deseable automatizar.