Manila, 16 sep (EFE).- La corrupción en Filipinas «ya no se puede ignorar más», en opinión de la influyente Iglesia católica del país asiático, que ha mostrado su apoyo a unas protestas anunciadas para este domingo que se prevé congreguen a más de 15.000 personas solo en la capital.
«El problema de la corrupción ya no se puede ignorar más (…) y ha despertado la aparentemente aletargada determinación de muchos filipinos para oponerse a las prácticas corruptas y exigir responsabilidades a los culpables», afirmó el arzobispo de Manila, Jose Advincula, en una declaración pastoral publicada en la noche del lunes.
En una muestra inequívoca de apoyo a las protestas contra la corrupción, Advincula subrayó que las «numerosas manifestaciones» convocadas en todo el país este domingo prueban «la convicción moral colectiva del pueblo y un ejercicio de su legítima obligación de reprimir la proliferación del mal».
Así, el arzobispo junto con la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas (CBCP, en inglés) instaron a los filipinos a tomar «medidas concretas pero no violentas» contra la corrupción.
Organizaciones estudiantiles, de la sociedad civil y religiosas han convocado manifestaciones en la capital y en otras ciudades de Filipinas el 21 de septiembre para expresar su indignación por las sospechas de corrupción en millonarios proyectos de control de inundaciones.
En la avenida Epifanio de los Santos (EDSA) de Manila, donde unos dos millones de personas se sublevaron pacíficamente contra el dictador fallecido Ferdinand Marcos entre el 22 y el 25 de febrero de 1986, se esperan unas 15.000 personas como parte de una manifestación convocada por organizaciones católicas y protestantes.
Supuestamente finalizados pero en realidad inexistentes, o de baja calidad, estos proyectos «fantasma» habrían causado pérdidas al erario público de 1.771 millones de euros solo en los últimos dos años según afirmó recientemente el secretario de Finanzas, Ralph Recto.
Por el momento, el país asiático ha registrado manifestaciones esporádicas contra la corrupción, incluyendo una protesta de miles de universitarios el pasado viernes, así como un escrutinio en línea de las lujosas vidas de los llamados ‘nepo babies’, en referencia a los descendientes de los grandes contratistas de proyectos de control de inundaciones.
El presidente e hijo del dictador fallecido, Ferdinand Marcos Jr., mostró este lunes su apoyo a las protestas pero llamó a los ciudadanos a evitar episodios de violencia similares a los vividos recientemente en Nepal o Indonesia.
El presidente nombró además a un juez retirado del Tribunal Supremo, Andres B. Reyes, como dirigente de la recién creada Comisión Independiente de Infraestructura, encargada de investigar las acusaciones de corrupción durante los últimos diez años contra contratistas y políticos. EFE
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