La Illa de San Simón rescatará finalmente del olvido a las víctimas como lugar de memoria

El secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, la comisionada para la celebración de los 50 años de España en Libertad, Carmina Gustrán y la alcaldesa de Redondela Digna Rivas visitan la isla de San Simón,donde miles de personas fueron encarceladas, torturadas y asesinadas desde el inicio de la Guerra Civil hasta 1943, es desde este miércoles Lugar de Memoria Democrática.-EFE/ Salvador Sas

Xavier García

El secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez (i), la comisionada para la celebración de los 50 años de España en Libertad, Carmina Gustrán y la alcaldesa de Redondela Digna Rivas visitan la isla de San Simón,donde miles de personas fueron encarceladas, torturadas y asesinadas desde el inicio de la Guerra Civil hasta 1943, es desde este miércoles Lugar de Memoria Democrática.-EFE/ Salvador Sas

Redondela (Pontevedra), 3 sep (EFE).- La Illa de San Simón, en la Ría de Vigo, que fue usada como penal durante la guerra civil y los primeros años de la dictadura franquista, sacará finalmente del olvido a las víctimas, tras iniciarse este miércoles el procedimiento para declararla lugar de memoria.

El secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, la comisionada para la celebración de los 50 años de España en Libertad, Carmina Gustrán y la alcaldesa de Redondela Digna Rivas visitan la isla de San Simón,donde miles de personas fueron encarceladas, torturadas y asesinadas desde el inicio de la Guerra Civil hasta 1943, es desde este miércoles Lugar de Memoria Democrática.-EFE/ Salvador Sas

En ello han coincidido todos los asistentes al acto organizado en la isla con motivo de la publicación en el BOE del inicio de su reconocimiento como tal, encabezados por el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, y la comisionada para la celebración de 50 años en Libertad, Carmina Gustrán.

Junto a San Simón será declarada también lugar de memoria la isla de San Antón, todavía más pequeña y unida a la primera por un pequeño puente, ya que ambas conformaron el espacio de concentración en el que entre octubre de 1936 y el 15 de marzo de 1943 estuvieron recluidas más de 5.600 personas.

Entre sus muros se tienen contabilizadas más de 517 muertes, muchas por hambre o enfermedades, además de las que se produjeron por ‘paseos’ y fusilamientos.

«Pocos enclaves tan pequeños acumulan tanta historia, tanta belleza y tanto horror», ha destacado Gustrán, quien ha recordado que «el triunfo del golpe de Estado hizo perder a esta isla su historia de monasterio» para pasar a convertirse en un «escenario de represión».

Por el penal pasaron «los presos iniciales de la represión caliente», como ha señalado el secretario de Estado, primero de los lugares cercanos y luego de toda España, de donde los iban trayendo.

«Unas víctimas que injustamente fueron llevadas a prisión y fueron estigmatizadas y apartadas de la escena pública, invisibilizadas. A todas ellas hay que recordarlas», ha recalcado e insistido en que el «futuro es transmitir lo que sucedió a la gente joven».

«Aquella gente que estuvo aquí era la mejor gente que tenía nuestro país» -ha destacado Martínez emocionado en un momento de su intervención- «porque querían un proceso de modernización, el bienestar de la gente y las libertades. Por eso los trajeron aquí, por defender la libertad y la democracia y un régimen legítimo que era el régimen republicano».

El acto en San Simón ha sido muy emotivo, con algunos familiares de las víctimas conmovidos por volver a pisar la isla y satisfechos por que el espacio pueda pasar a ser ahora un lugar para recordar la represión que sufrieron sus padres, tíos o abuelos.

Angel Barros Montero, del pueblo vecino de Redondela, recordaba a su hermano mayor, Manuel, el preso más joven de la isla, que aún no tenía 16 años.

«Mi padre estaba en San Sebastián y le mataron resistiendo en la frontera con Francia como miliciano. Mi hermando estuvo año y pico en la isla pero pudo sobrevivir, me contaba cómo fusilaban a gente en la pared de la isla de San Antón», ha contado a EFE.

Barros ha relatado que las condiciones en la isla eran «terribles, entre suciedad, piojos, chinches, enfermedades y mucha hambre» y que su madre intentaba llevar comida a veces a su hermano pero los guardias «se la tiraban por el camino».

La pontevedresa Marica Adrio ha rememorado como su tío José Adrio Barreiro y su tío abuelo Germán Adrio Mañá, ambos recluidos en San Simón, fueron fusilados el 12 de noviembre de 1936 con otras ocho personas en Pontevedra tras un consejo de guerra «que fue una farsa».

«Mi padre nunca fue capaz de venir después a las islas, era muy triste para él, aunque nos educó sin odio y sin rencor», ha dicho.

«Era horrible aquí, estaban esperando los turnos a ver a quién se llevaban y quiénes no volvían», ha explicado Enriqueta Molas, cuyo padre Eduardo Otero Molas era conserje del Ayuntamiento de Marín (Pontevedra) y fue llevado a la isla por «socialista», según figuraba en la documentación oficial.

«Fusilaron al alcalde y a otro grupo, él quedó para otra, luego le condenaron a cadena perpetua y después a 30 años», ha relatado a EFE Enriqueta, que se ha mostrado «muy contenta» con que ahora se puedan organizar en la isla actos de reparación y «no solo festivales y juergas».