La industria argentina cierra el primer semestre con preocupantes signos de estancamiento

Fotografía de la industria en Argentina. EFE/ Juan Ignacio Roncoroni

Buenos Aires, 7 ago (EFE).- La industria de Argentina acumuló en la primera mitad del año un alza del 7,1 %, pero cayó en junio 1,2 % en comparación con mayo pasado, con signos de estancamiento que preocupan a los empresarios.

Según los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el índice de producción industrial manufacturero acumuló en el primer semestre una subida del 7,1 %, alza que, sin embargo, no logra compensar el derrumbe del 16,2 % de igual período de 2024.

En junio pasado, el sector manufacturero creció un 9,3 % con respecto al mismo mes de 2024, con lo que logró siete meses consecutivos de avance en términos interanuales, aunque desde una base de comparación muy deprimida.

El dato más negativo es el del desempeño industrial con respecto a mayo último, con una caída del 1,2 % que ha quebrado una seguidilla de apenas dos meses en positivo.

«Tras un abril y mayo de recuperación, la industria se estancó al cierre del primer semestre. Distintos indicadores sugieren que la recuperación económica ha perdido impulso», sostuvo la consultora Orlando Ferreres en un informe.

En el contexto del severo ajuste puesto en marcha a finales de 2023 por el Gobierno de Javier Milei, la industria argentina se hundió 9,4 % el año pasado.

En la primera mitad de 2025 la recuperación del sector manufacturero ha sido lenta y heterogénea, de la mano de una paulatina desaceleración de la inflación y el despertar de la demanda en algunos sectores.

De acuerdo al informe oficial, en el primer semestre hay sectores que lograron acumular importantes alzas, como maquinaria y equipo (20,1 %) y muebles (34 %), pero otros se estancaron, como la industria química (0,7 %) y la del plástico (1,7 %), mientras que actividades como el refino de petróleo (-0,5 %) y la elaboración de productos de metal (-8,2 %) cayeron.

Horizonte incierto

Actualmente se advierte un estancamiento en el consumo y un crecimiento de las importaciones que afecta a la producción doméstica.

Las tensiones cambiarias registradas en julio pasado y sus efectos en la dinámica de la inflación y el consumo también son un factor que podría condicionar la demanda hacia adelante, al tiempo que la reciente subida en las tasas de interés condicionan el crédito y enfrían la actividad.

«La sostenibilidad de la recuperación muestra un deterioro y hacia los meses por venir, en varios sectores se agotó el efecto positivo de base de comparación, a lo que se suma el potencial impacto sobre la demanda de mayores tasas de interés sostenidas para contener el exceso de liquidez existente en la economía», apuntó en un informe la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL).

Ante este escenario, la Unión Industrial Argentina (UIA), la mayor entidad patronal del país suramericano, expresó el martes pasado su «preocupación» por el comportamiento de la actividad económica y la pérdida de empleos en el sector manufacturero.

Si bien la entidad empresarial destacó la importancia del ordenamiento macroeconómico, la desaceleración de la inflación y el equilibrio fiscal logrados por el Gobierno de Javier Milei, marcó la «necesidad de tener en cuenta las diversas realidades sectoriales».

Según los industriales, la «heterogénea recuperación» de la actividad iniciada el año pasado «está mostrando cierto amesetamiento en los últimos cinco meses», al tiempo que la industria perdió en promedio 1.500 empleos por mes en el último trimestre.

Natalia Kidd