La inflación interanual en el mercado formal en Cuba se sitúa en mayo en el 16,43 %

Vista de una tabla con precios en una plaza de mercado, en La Habana (CUBA). EFE/Yander Zamora

La Habana, 7 jun (EFE).- La inflación interanual en el mercado formal en Cuba se situó en mayo en el 16,43 %, el valor más bajo en años y que confirma el paulatino descenso en el alza de los precios, de acuerdo con datos publicados este sábado por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).

La tasa de mayo es la más baja desde la covid-19 y -aunque sigue siendo un valor alto que, según los expertos, impacta a la economía en su conjunto, en particular a familias, trabajadores y pensionistas- es significativamente menor al 31,11 % del mismo mes de 2024.

La variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) comparado con mayo fue del 0,83 % y la variación acumulada se ubicó en el 7,45 %.

Por otro lado, la ONEI recordó que los cubanos gastan más del 90 % de sus ingresos en los artículos de la canasta básica de bienes y servicios con la que se confecciona su índice de precios.

Por categorías, destacó el repunte interanual en Bebidas alcohólicas y Tabaco (119,79 %), seguido por Restaurantes y Hoteles (23,62 %), Bienes y Servicios diversos (16,89 %), Educación (16,83 %) y Servicios de la vivienda (15,35 %).

Todas las categorías experimentaron subidas interanuales de precios con tasas de dos dígitos, salvo Recreación y cultura (7,94 %), Transporte (5,54 %), Salud (0,83 %) y Comunicaciones (0,46 %).

La inflación ha triplicado los precios en la isla desde 2020, según las estadísticas oficiales. El IPC cerró 2021 por encima del 77 %, mientras que en 2022 se situó en el 39,07 %; en 2023, en el 31,34 %, y en 2024, en el 24,88 %.

Pero la percepción social en la isla es que la inflación es muy superior a las cifras oficiales, donde es difícil incluir de forma representativa el comportamiento de los precios en el extenso y no regulado mercado negro del país, más surtido y dinámico que el oficial.

Cuba se encuentra sumida en una grave crisis económica y energética desde hace más de cinco años, evidente en la escasez de básicos (alimentos, medicinas y combustible), la elevada inflación, la contracción económica, una dolarización creciente y prolongados apagones diarios.

La combinación de la pandemia de la covid-19, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses desde la primera Administración de Donald Trump (2017-2021) y las fallidas políticas económicas y monetarias nacionales han agravado los problemas estructurales de la economía cubana.

La situación ha provocado un gran descontento social, visible en las inusuales protestas de los últimos años y en una ola migratoria sin precedentes en escala y duración.