Madrid, 13 ago (EFE).- El índice de precios de consumo (IPC) repuntó en julio al 2,7 % interanual, cuatro décimas más que el mes anterior, por el encarecimiento de la electricidad y de los carburantes y lubricantes, mientras que la tasa subyacente (sin energía y alimentos frescos) avanzó una décima, hasta el 2,3 %.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este miércoles el dato adelantado hace dos semanas y ha calculado que el mes pasado la inflación de los alimentos se moderó una décima, hasta el 2,7 %.
La aceleración de la inflación de julio se debe, principalmente, al grupo de la vivienda, cuya tasa anual subió 2,5 puntos, hasta el 6,7 %, debido a que los precios de la electricidad aumentaron, frente a la bajada en julio del año anterior.
Le sigue el grupo del transporte, cuya tasa anual se situó en el 0,2 %, un punto más que en junio, como consecuencia de una mayor subida de los precios de los carburantes y lubricantes para vehículos personales.
También influyó en este grupo la subida del transporte combinado de pasajeros y del transporte aéreo de pasajeros, que se mantuvo estable el año anterior.
La inflación encadena así dos meses consecutivos al alza: junio (2,3 %) y, ahora, julio (2,7 %) y deja atrás la tendencia a la baja de los tres meses anteriores: marzo (2,3 %), abril (2,2 %) y mayo (2,2 %). Se mantiene lejos del mínimo de septiembre de 2024 (1,5 %).
Aceite de oliva sigue bajando, los huevos se disparan
De los componentes de la cesta de la compra, el aceite de oliva es el que más redujo su precio, un 44,3 % en el último año, y también se abarató respecto al mes anterior, un 3,1 %, mientras que se dispara el precio de los huevos, un 18,3 % en un año.
También bajaron en tasa interanual el azúcar, un 19,7 %; el yogur, un 2,6 %; otros productos a base de cereales, un 2,2 %; y la pizza y la quiche, un 1,2 %.
Los alimentos que más subieron en julio respecto al mismo mes del año anterior fueron el chocolate (21,6 %), otros aceites comestibles (20,4 %), el café (19,8 %), la carne de vacuno (15,1 %), la carne de ovino y caprino (11,7 %) y el cacao y chocolate en polvo (11,3 %).
Dejando a un lado el ámbito alimentario, lo que más se encareció respecto a un año antes fue el transporte combinado de pasajeros, un 26,8 %; la joyería y bisutería, un 22,9 %; la electricidad, un 17,3 %; la recogida de basura, un 14,3 %; y los vuelos internacionales, un 13,6 %.
En el extremo contrario, las mayores bajadas las registraron los combustibles líquidos, un 9,6 %; los ordenadores personales, un 9,4 %; los equipos de telefonía móvil, un 8,8 %, y la gasolina, un 7,8 %.
Los precios bajan un 0,1 % en julio
En comparación mensual, los precios de consumo bajaron un 0,1 % respecto a junio y deja atrás nueve meses en terreno positivo, desde el mínimo de septiembre del año pasado, cuando los precios bajaron un 0,6 %.
El grupo con mayor repercusión mensual negativa fue el del vestido y calzado, debido a la campaña de rebajas de verano, mientras que entre los grupos con repercusión mensual positiva destacaron el transporte (por el encarecimiento de carburantes y lubricantes) y ocio y cultura, debido a la subida de los paquetes turísticos.
El IPC registró tasas anuales positivas en todas las comunidades autónomas en julio, las más elevadas en Baleares (3,5 %) y Comunidad Valenciana (3,2 %), y la mas baja, en Murcia (2 %).
En julio la tasa de variación anual del IPCA se situó en el 2,7 %, cuatro décimas más que la registrada en el mes anterior, y la variación mensual cayó un 0,3%.
El Ministerio de Economía, Comercio y Empresa destaca en un comunicado que la evolución de la inflación «es compatible con un fuerte dinamismo de la economía española, que se mantiene como motor de crecimiento entre los principales países europeos».
«La estabilidad de los precios, el récord en creación de puestos de trabajo y las subidas de los salarios están permitiendo a las familias recuperar de forma progresiva su poder adquisitivo», agregan las mismas fuentes.