Redacción Ciencia, 6 ago (EFE).- Herramientas de piedra de más de un millón de años atestiguan que, en el Pleistoceno temprano, homínidos antiguos realizaron una importante travesía para llegar a la isla indonesia de Célebes y aportan conocimiento sobre la expansión de estos más allá del sudeste asiático continental.
Célebes está cerca de la mucho más conocida isla de Flores, donde se descubrió al Homo floresiensis, un homínido de pequeño tamaño (popularmente apodado «hobbit») que se sabe que vivió allí hasta hace unos 50.000 años.
Las herramientas de piedra halladas ahora por un equipo en el yacimento de Calio son pequeños fragmentos de piedra de bordes afilados (lascas) que los primeros fabricantes de herramientas extrajeron de guijarros más grandes, probablemente obtenidos de los lechos de los ríos cercanos.
Estos restos tienen entre 1,04 y 1,48 millones de años, durante la Edad del Hielo, según la datación realizada por el equipo, que estuvo coordinado por la Universidad de Griffith (Australia) y la Agencia Nacional de Investigación e Innovación de Indonesia.
El hallazgo adelanta las pruebas de la presencia de homínidos en el archipiélago de Wallacea, que hasta ahora se había datado en, al menos, 1,02 millones de años, dada la presencia de herramientas de piedra de esa antigüedad en la isla de Flores.
Las conclusiones del estudio que publica Nature son una “pieza importante del rompecabezas», pero el yacimiento de Calio aún no ha revelado ningún fósil de homínido», destacó Adam Brumm, de la Universidad de Griffith.
Ahora se sabe que hace un millón de años había fabricantes de herramientas en Célebes, pero su identidad “sigue siendo un misterio”.
El estudio arroja luz sobre la expansión de los homínidos antiguos más allá del sudeste asiático continental y los hallazgos descubiertos podrían se la prueba más antigua de que los humanos antiguos cruzaron barreras oceánicas para llegar a masas continentales aisladas.
Este descubrimiento, según Brumm, amplía el conocimiento sobre el movimiento de los humanos extintos a través de la línea de Wallace, «una zona de transición más allá de la cual evolucionaron de forma aislada especies animales únicas y a menudo bastante peculiares”.
La línea de Wallace es una frontera imaginaria que marca una especie de límite geográfico a través del archipiélago indonesio, que separa los continentes y los ecosistemas de Asia y de Oceanía.
Brumm ya había sugerido en investigaciones anteriores que podría haber sido el Homo erectus quien atravesó la barrera marina entre el sudeste asiático continental para habitar en la isla de Flores.