Madrid, 23 may (EFE).- La encargada en Tragsatec de supervisar en 2021 el trabajo de Jéssica Rodríguez, expareja del exministro José Luis Ábalos, ha explicado este viernes que ella intentó durante varias semanas que fichara, pero que desde la dirección de Adif, la empresa cliente, le pidieron que hiciese “la vista gorda”.
Virginia Barbancho, quien dimitió al segundo mes de dirigir a Jéssica al sentirse “desautorizada”, ha dado estas explicaciones en su comparecencia en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado.
Le comunicó que “dejara en paz” a “la sobrina del ministro” el subdirector de Adif con el que trataba en esa encomienda, Ignacio Zaldívar, según ha relatado la técnica de Tragsatec.
No obstante, Zaldívar solo era “un mensajero” y “no estaba cómodo”, en opinión de Barbancho, y le transmitía una orden que venía “de arriba”, de “la Presidencia”, según ha añadido.
Así, ha apuntado a Isabel Pardo de Vera, quien entonces presidía Adif, y quien esta semana ha sido imputada por la Audiencia Nacional por este caso, como le solicitó el Tribunal Supremo después de que Jéssica declarara en el Tribunal Supremo que cobró de Tragsatec, y antes de Ineco, sin hacer ninguna labor a cambio, lo que motivó también que el PP citara a los responsables de esas dos empresas públicas a declarar en esta comisión parlamentaria.
Sobre esa imputación de Pardo de Vera, Barbancho se ha limitado a indicar que no le ha sorprendido.
Fue su jefa dos meses

Barbancho ha relatado que Jéssica estuvo a su cargo desde el 1 de marzo hasta el 30 de abril.
Antes, en el proceso de selección en febrero, ella solo participó puntualmente para cotejar las ‘killer questions’ con los currículos.
El de Jéssica lo aportó Zaldívar, pero eso es habitual con otras aspirantes por parte de la empresa cliente.
Eran 177 candidatos para dos vacantes, y Barbancho solo llamó a Jéssica para recordarle seguir el procedimiento de la web, y no volvió a hablar con ella hasta que resultó elegida.
Fue entonces cuando Zaldívar le comentó lo de que era “sobrina del ministro”, lo que ella entendió con literalidad, sin sospechar que era una referencia a ser “escort” o algo similar, ha añadido, y lo anotó en el ‘excel’ que ha trascendido, que era como su “libretita” de anotaciones sobre los treinta trabajadores que dirigía.
También supo entonces que quedaría adscrita a Presidencia de Adif y teletrabajaría.
“A mí jamás, en ningún momento, me dice nadie que esta mujer no iba a trabajar”, ha subrayado Barbancho al describir cómo ella insistió en las tres primeras semanas de marzo en explicarle cómo fichar y realizar tareas.
Tuvieron un chat de wasap entre las dos con más de mil mensajes, ha relatado, en el que Jéssica ponía excusas, como pantallazos de errores informáticos, para eludir fichar.
Su parte horario de marzo se lo rellenó ella como excepción, “por fuerza mayor”, al requerirse para la atribución de costes del proyecto, como cuando un trabajador se va de vacaciones sin hacerlo.
En abril, continuó la extraña situación laboral de Jéssica, de la que siempre dio cuenta “minuto a minuto” a su superior jerárquica, Caridad Martín, quien no le contestaba nada sobre el “escaqueo” de esa trabajadora.
Cada vez le dio menos importancia porque dimitió y dejó el puesto al final del mes, pero le contó el problema a su sucesor.
No obstante, a 30 de abril, cuando hizo “las maletas”, tampoco estaba “cien por cien segura” de que Jéssica no trabajara realmente, porque podía ser una situación anómala con sus fichajes y realizar otras tareas para Adif que ella no conociese; en cualquier caso, le pareció una desautorización como responsable de aquel proyecto.
Zaldívar no vendrá el lunes
Acabados los interrogatorios, Barbancho ha continuado dando más explicaciones a los senadores para desmentir todo lo publicado sobre ella en los últimos meses en algunos medios de comunicación.
Así, ha negado que la hayan ascendido en Adif o que fuera responsable del “enchufe” de Jéssica, y sobre todo “el colmo del delirio” de haber visto publicado que era la número dos de la trama de corrupción del caso Koldo, y con ironía ha pedido “el premio Pullitzer” para el autor de esa noticia.
Antes de acabar la comparecencia, el presidente de la comisión, Eloy Suárez, ha informado de que Zaldívar les acababa de comunicar que no se encuentra en condiciones de acudir a su comparecencia, prevista para este lunes 26, por lo que la mesa estudiaría su aplazamiento.