Málaga, 14 jul (EFE).- El Gobierno andaluz considera que la decisión de Málaga de renunciar a ser sede del Mundial de 2030 es «responsable y prudente» y cree que ahora, sin las «prisas» por los plazos para llegar a esa competición, hay que replantear si es más adecuado remodelar La Rosaleda o hacer un estadio nuevo en otra ubicación.
La portavoz del Ejecutivo, Carolina España, ha asegurado que la Junta está a favor de un nuevo estadio para Málaga, «ya sea en La Rosaleda o en otros terrenos» y cree que es el momento de replantear qué opción es la más conveniente.
Las opciones pasarían por remodelar el estadio actual o por construir un nuevo estadio en otro lugar, que también pudiera utilizarse «para otras cuestiones» y donde «seguramente pueda entrar la iniciativa privada».
Ha garantizado que la Junta va a seguir apostando por un nuevo estadio para la ciudad, «sin las prisas por los plazos del Mundial».
Ha defendido que las tres administraciones (Junta, Ayuntamiento y Diputación) habían hecho «lo más difícil», buscar los 270 millones de financiación para ser sede del Mundial, por lo que «voluntad política ha habido». Sin embargo, ha explicado que se han encontrado «con otros problemas adicionales, sobre todo por los plazos».
Las obras que había que realizar en el Estadio de Atletismo tenían «problemas» en cimentación y movilidad, que alargaban los plazos más allá de lo necesario para el Mundial, ha detallado.
Carolina España ha explicado que la reforma de La Rosaleda «no puede ir en contra de la afición ni del propio club». El Estadio de Atletismo sólo iba a poder acoger a 12.500 aficionados del Málaga CF, que tiene en la actualidad más de 26.000.