Málaga, 17 mar (EFE).- El Gobierno andaluz ha defendido su actuación preventiva en Málaga al informar a casi 370 viviendas del previsible aumento de caudal del río Campanillas por el desembalse de la presa de Casasola, que tiene su desagüe atorado y está al máximo de su capacidad, por lo que aliviará todo lo que llueva esta noche.
Los efectivos de la Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Adscrita, Policía Local y Protección Civil se han dividido las diferentes zonas afectadas para informar a la población a partir de las 17.00 horas, con antelación a la previsión de aviso naranja de esta noche, ha informado el consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, acompañado del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre.
En la capital malagueña el desalojo preventivo ante el riesgo de inundación del río es en la zonas de La Isla, La Perla y La Hacienda, en la ribera de río Campanillas, y se ha establecido como punto de filiación y refugio el pabellón polideportivo de Ciudad Jardín.
Sanz ha explicado que, por ejemplo, en el caso de La Isla ya están incomunicados, a pesar de que todavía no llueve mucho.
Muchas de las viviendas de estas zonas no estaban ocupadas, también porque son segunda residencias. Los que se han ido han optado por dormir en casa de familiares, en su gran mayoría.
El consejero ha insistido en que se ha actuado “con tiempo”, con “prevención, con responsabilidad”, informando a la población: “Siempre es mejor prevenir que arrepentirse”, ha subrayado.
Ha añadido que, ante el desconocimiento de lo que puede ocurrir esta noche, han tomado una decisión “meditada, analizada”, porque “hubiera sido una irresponsabilidad tomar la decisión de madrugada”.
De la Torre, por su parte, ha mantenido que “nunca la prudencia es excesiva, siempre es oportuna”.
Casasola está atorada
El problema es que el desagüe de la presa de Casasola está atorado y el embalse está al 101,6 por ciento, por lo que alivia por la parte superior todo lo que llegue de agua, con un aviso naranja para esta madrugada por fuertes lluvias.
Sanz ha dicho que se ha intentado actuar en los últimos días con sondas, robots o buzos, pero la turbidez del agua impide detectar dónde está la obstrucción.
En la zona, desde las lluvias de otoño, se ha actuado por la llegada de troncos, cañas y otra vegetación, pero la persistencia de las lluvias continuaba arrastrando distintos materiales, ha dicho.
Ha indicado que estas situaciones suelen producirse cuando las lluvias son persistentes y que “no es achacable a nadie”, por lo que ha pedido no generar “mayor alarma”.
El consejero ha resaltado que en ningún momento se habla de riesgo de rotura de la presa, sino sólo de crecimiento de caudal en el río Campanillas. EFE