Alves estuvo en prisión preventiva durante catorce meses y salió en libertad provisional en marzo del año pasado, bajo fianza de un millón de euros, tras ser condenado por violar a una joven de 23 años en el baño de un reservado de la discoteca Sutton de la capital catalana, en diciembre de 2022.
Sin medidas cautelaresLa sentencia del TSJC levanta las medidas cautelares que Alves tenía impuestas, entre ellas la retirada de sus pasaportes brasileño y español y comparecencias semanales ante la Audiencia de Barcelona, por lo que ahora nada impide al futbolista abandonar España.El alto tribunal catalán, que considera que no hay pruebas suficientes para condenar a Alves por violación, basa su resolución en el visionado de las imágenes de las cámaras de seguridad de la discoteca antes de los hechos denunciados, en las que el futbolista y la joven, junto a los amigos de ambos, bailan y toman copas juntos.Según la sentencia, las imágenes no concuerdan con la sensación de “incomodidad” que refirieron la víctima y sus amigas ante el tribunal, de lo que se puede desprender una “falta de fiabilidad” del testimonio de la joven.El tribunal insiste en que no afirma que “la hipótesis verdadera sea la que mantiene la defensa del acusado”, quien se aferra a que la relación sexual fue consentida pese a las cuatro versiones que Alves llegó a esgrimir sobre lo sucedido, pero subraya que las pruebas del juicio no han superado los “estándares que exige la presunción de inocencia” de acuerdo con las directivas europeas y el Consejo de Europa.El TSJC reprocha a la Audiencia que reconociera esa incoherencia entre el relato de la joven y las imágenes del vídeo, mientras acepta el resto de su declaración -en lo que respecta a la penetración ocurrida en el interior del baño de la discoteca-, evitando contrastarla con otras pruebas, como la pericial de las huellas dactilares y la biológica de ADN.Decepción en la denunciante y satisfacción de AlvesLa sentencia ha causado “decepción y tristeza” a la víctima, que según su abogada, Ester García, no esperaba que Alves fuera absuelto y hoy “ha sentido que volvía al cuarto de baño donde ocurrieron los hechos”.Tras lamentar que la credibilidad de su clienta haya sido “cuestionada por haber estado bailando en una discoteca”, la letrada ha anunciado que recurrirá la sentencia. La Fiscalía, que pedía que el TSJC elevara la condena de Alves a nueve años de prisión, está estudiando la resolución para decidir si también lo hace.Por su parte, Inés Guardiola, abogada del futbolista, ha tildado de “valiente y justa” la sentencia del alto tribunal catalán que, ha recalcado, “por fin demuestra lo que siempre hemos dicho, que -Dani Alves- era inocente”.Reacciones políticasPese a no poner en duda a los jueces que han absuelto a Alves, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha llamado a no cuestionar de forma “permanente la voz de las mujeres” y ha lamentado que “cuando hay dos palabras, la que vale más sea la del hombre”.Y en la misma línea lo ha hecho la consellera de Igualdad y Feminismo de la Generalitat de Cataluña, Eva Menor, que ha mostrado “preocupación” desde su departamento “porque la administración de justicia de manera recurrente ponga en duda la declaración de las propias víctimas”.Más contundente ha sido la exministra de Igualdad Irene Montero, impulsora de la llamada ley del solo sí es sí bajo cuyo paradigma se juzgó el caso Alves. Considera que la sentencia es “un claro ejemplo de violencia institucional y de justicia patriarcal” que desprotege a las mujeres.Por su parte, el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, ha evitado valorar la resolución del TSJC, porque tiene que “respetarla”, pero ha celebrado que la nueva ley de eficiencia judicial permitirá contar con jueces especializados para casos de violencia sexual.