La larga marcha hacia el matrimonio igualitario en España: de la polémica a la normalidad

MADRID.- Participantes en el desfile del "Orgullo" en año 2023 en Madrid. EFE / Mariscal.

Madrid, 29 jun (EFE).- El 3 de julio de 2005, con la entrada en vigor de la reforma del Código Civil, España se convirtió en el tercer país del mundo en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, un avance social que se produjo en medio de una intensa confrontación política y la oposición frontal de determinados sectores, con la iglesia católica al frente.

El camino que va desde el inicio de las demandas de igualdad de los colectivos LGTBI+ hasta que ahora, veinte años después, el matrimonio igualitario esté plenamente asumido por la sociedad, está jalonado de hitos importantes y frases simbólicas.

30 de junio de 2001.- «Igualdad ya, matrimonio ya!

Ese día una multitudinaria manifestación reclamó en las calles de Madrid el reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo. IU recogió esas reivindicaciones y en septiembre de ese año presentó la primera propuesta de modificación del Código Civil en ese sentido, que fue rechazada por el Congreso.

Más tarde, en febrero de 2003, la mayoría absoluta del PP en la Cámara -CiU y PNV dieron libertad de voto a sus diputados- rechazó cinco iniciativas en ese sentido presentadas por PSOE, IU, BNG, CHA e Iniciativa per Catalunya.

Mientras las iniciativas de este tipo fracasaban una y otra vez en el Parlamento, varias comunidades autónomas ya reconocían cierta equiparación de derechos entre las parejas homosexuales y las heterosexuales: Cataluña (1998), Navarra (2000), Baleares y Madrid (2001), Andalucía (2002) y País Vasco (2003).

Sin embargo, se trataba de un reconocimiento de derechos administrativos y económicos que no satisfacía las demandas de igualdad total del colectivo LGTBI+, salvo en los casos de Navarra y País Vasco que, aún sin llamar a esas parejas matrimonios, si les concedía el derecho a la adopción. El PP recurrió estas dos leyes ante el Tribunal Constitucional.

15 de abril de 2004.- «Ha llegado el momento de poner fin, de una vez, a las intolerables discriminaciones que aún padecen muchos españoles por razón exclusiva de su preferencia sexual»

José Luis Rodríguez Zapatero se comprometió en el debate de investidura a cumplir el programa electoral con el que los socialistas habían llegado al poder en 2004 y cinco meses después, el 1 de octubre, el Consejo de Ministros aprobaba el anteproyecto que haría posible el matrimonio igualitario.

La tramitación parlamentaria, que se inició en diciembre de ese año y concluyó, con la aprobación definitiva, el 30 de junio de 2005 por 187 votos a favor, 147 en contra y 4 abstenciones, estuvo acompañada de una intensa oposición por parte del PP, los sectores más conservadores de la Justicia y la iglesia.

18 de enero de 2005.- «Llamar matrimonio a las uniones homosexuales sería un cambio radical como lo sería llamar matrimonio a la unión de más de dos personas o la unión entre un hombre y un animal».

Un informe de la comisión de estudios del CGPJ sobre el texto que se tramitaba en el Parlamento incluyó esa frase -posteriormente fue retirada y quedó fuera del informe definitivo- para oponerse a considerar matrimonio la unión entre dos homosexuales.

Llovieron las críticas por los términos del documento, que no tenía carácter vinculante pero que fue tildado de homófobo por el colectivo LGTBI+.

En abril, Ana Botella, esposa del expresidente del Gobierno José María Aznar, dejo otra frase para la polémica: «Si se suman dos manzanas, pues da dos manzanas. Y si se suman una manzana y una pera nunca puede dar dos manzanas».

La por entonces teniente de alcalde del ayuntamiento de Madrid fue solo una de los dirigentes de su partido que mostraron su rechazo al texto con declaraciones más o menos afortunadas.

18 de junio de 2005.- «La familia sí importa. Por el derecho a una madre y un padre, por la libertad»

Con ese lema se manifestaron en Madrid miles de personas en una marcha a la que asistieron numerosos dirigentes del Partido Popular y casi una veintena de obispos.

La iglesia católica y el PP se negaban a aceptar el uso del término «matrimonio» para las parejas homosexuales y a admitir la posibilidad de adoptar porque consideraban que se ponía en riesgo a la familia.

30 de junio de 2005.- «La ley permite que el matrimonio sea celebrado entre personas del mismo o distinto sexo, con plenitud e igualdad de derechos y obligaciones cualquiera que sea su composición».

Pese a toda la oposición, la reforma legal, resumida así en su preámbulo, se aprobó definitivamente en el Congreso el 30 de junio y entró en vigor tres días después.

El domingo 2 de julio se celebró en Madrid el día del orgullo con un récord de participación y en un ambiente de celebración histórica.

1 de octubre de 2005.- «El amor siempre vence y no se puede recurrir»

El dirigente socialista Pedro Zerolo, uno de los principales protagonistas de la aprobación de la ley, pronuncia esa frase tras contraer matrimonio con su pareja. La boda se celebró solo un día después de que el PP recurriera el matrimonio igualitario ante el Tribunal Constitucional que, siete años después, en 2012, amparó la constitucionalidad de la ley.

Desde el 11 de julio, cuando se celebró la primera boda de una pareja homosexual en Tres Cantos (Madrid), se han registrado más de 75.000 matrimonios igualitarios en España según los últimos datos disponibles. EFE

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