Madrid, 1 abr (EFE).- La ley de la Huerta fue “desatinada” para proteger por la dana en Valencia, ha advertido hoy el presidente de la Federación de Contratistas de Obras de la Administración de la Comunidad Valenciana (Fecoval), tras referirse a dicha norma como una de las causas que habría contribuido a no ejecutar algunas de las obras hidráulicas que hubieran paliado vidas.
El ingeniero de Caminos José Luis Santa Isabel de Castro, presidente de dicha federación, ha hecho estas declaraciones durante una comparecencia como experto técnico en la Comisión de Investigación de la dana en el Senado para esclarecer las causas de la tragedia.
Se han hecho 53 obras de “regeneración paisajística y ninguna obra estructural” de las que tendrían que haberse construido, ha advertido el presidente de Fecoval.
“No hay duda de que el responsable de los cauces en este país es el Ministerio para la Transición Ecológica”, ha añadido el experto.
El ingeniero ha cifrado en una horquilla de entre 14.000 y 21.000 millones de euros el coste previsto de la recuperación.
“No ha habido inversión hidráulica”, ha lamentado, tras recordar que “el agua no hace daño por sí misma, sino por su velocidad y fuerza”, y hay que disponer de infraestructuras que eviten daños, ha añadido.
Ha lamentado por ello “la no existencia de ninguna estructura de control, ninguna en el barranco del Poyo, ni presas, ni azudes, ni interconexiones entre cuencas”.
La ley de la Huerta fue “desatinada” porque no protegió ni al campo ni al medio ambiente como pretendía, ha dicho, ni por supuesto tampoco la vida humana.
Alguna de las causas para no ejecutar obras hidráulicas previstas era porque “chocaban” con la ley de la Huerta, según el experto, quien ha reprobado que se usara esa ley como “excusa” para no construir las infraestructuras necesarias.
Aunque las obras proyectadas no hubieran podido paliar en su totalidad el destrozo de la dana el día 29 de octubre, “sí hubiesen contribuido, sin duda, a paliar parte de los efectos, sobre todo el número de víctimas”, ha asegurado el experto.
“Ese es el verdadero drama de esta tragedia”, ha insistido este experto dentro del mundo de la construcción a nivel profesional desde hace 45 años.
“Cuánto nos hubieran ahorrado las obras estructurales de encauzamiento si se hubieran realizado”; una sola víctima habría sido justificación suficiente para haberlas hecho, ha añadido.
“¿Qué tiene que ocurrir para que se produzcan esas obras”?, se ha preguntado durante su comparecencia; eso es lo prioritario, luego podrían complementarse, ampliarse, mejorarse.
“Toda la vida se habían limpiado los cauces”, ha asegurado.
La realidad de las cañas es que no ayudan a controlar “ningún desbordamiento cuando el cauce es violento”, ha añadido.
Las cañas mezcladas con el barro se convierten “en una argamasa que baja con el agua, que se apalanca en los obstáculos” y que puede aumentar la cinética del agua y su velocidad aún mas.
Entre otras medidas ha pedido la reconstrucción de la zona afectada y proseguir con los contratos de emergencia hasta que se reponga la situación anterior a la dana.
Asimismo, medidas urbanísticas primarias para acometer luego planes, y asimismo normas generales para evitar que el agua contenga obstáculos y unificar criterios en dotación y distribución económica de los proyectos pendientes.