La liturgia electrónica del padre Guilherme reúne a 20.000 fieles en Zaragoza

Un momento del concierto ofrecido por el Padre Guilherme, el ‘cura DJ’ , este viernes en Zaragoza. EFE/ Javier Cebollada

Marcos Díaz

Un momento del concierto ofrecido por el Padre Guilherme, el ‘cura DJ’ , este viernes en Zaragoza. EFE/ Javier Cebollada

Zaragoza, 3 oct (EFE).- Unas 20.000 personas ha reunido este viernes la plaza del Pilar de Zaragoza para disfrutar del concierto del padre Guilherme, el sacerdote portugués convertido a DJ que ha disparado desde su particular púlpito, una mesa de mezclas, sonidos que han mezclado lo sacro y lo profano, desde ‘El mesías’ de Haendel a Labordeta, sin alejarse nunca de la esencia electrónica de su liturgia.

Un momento del concierto ofrecido por el Padre Guilherme, el ‘cura DJ’ , este viernes en Zaragoza. EFE/ Javier Cebollada

Un cuarto de hora tarde y con los altavoces atronando ese famoso coro que dice ‘Aleluya’, el sacerdote ha comenzado a las 21.15 horas su liturgia que no ha tardado en transfigurar a puro sonido de sintetizadores y bucles.

Porque en las cerca de dos horas de concierto, el ‘pater’ ha ido mezclando las sonoridades oscuras propias de estilos como el techno, el progressive o el psytrance con temas populares, no solo de la electrónica más comercial, sino también del pop y del rock y, por supuesto, de la música sacra.

Mientras tanto, un público heterogéneo conformado por familias, curiosos, aficionados a la música electrónica y muchos otros pelajes tomaba la plaza del Pilar, un día antes del pregón que anunciará las fiestas grandes de Zaragoza.

Entre ellos estaban Sebastian y Grischa, dos alemanes llegados a la capital aragonesa hace una semana y que acababan con sus huesos en el concierto de manera casual, aunque contentos de hacerlo, mientras el primero de ellos se fumaba un puro.

En el contexto zaragozano, el padre Guilherme se supo adaptar al entorno y la Jaculatoria a la virgen del Pilar, esto es, el famoso ‘Bendita y alabada’ que suena todos los días en la basílica a las 9.00, a las 12.00 y a las 20.00 horas, atronó desde los altavoces del escenario.

Esta fue la primera referencia que el párroco hizo en su ‘show’ a la ciudad, donde continuó con el ‘Knockin’ on heaven’s door’ versionado por Gun’s N’ Roses entre bases electrónicas y un visual en el fondo del escenario que mostraba a un espíritu santo -esto es, una paloma- que no paraba de volar.

Alzacuellos, camisa azul, vaqueros y gafas redondas, el cura DJ ha sido fiel a su estilo y a lo largo de su espectáculo no ha parado a apelar a sus seguidores desde la mesa de mezclas.

Durante su recorrido musical, ha transitado por décadas pasadas, como ese ‘Ameno’ de Era de aquellos 90 que tan prolíficos fueron en mezclar sonoridades eclesiásticas y electrónicas, un ‘Don’t stop me now’ de Queen de finales de los 70 que ha entrado sin filtro alguno o el ahora tan recuperado ‘Freed from desire’ de Gala (1997), con un fácil doble sentido, dada la cita.

Figuras del EDM como Avicii, con su ‘Remember’, han tenido también cabida en el recorrido del luso, que ha tratado de jugar fuerte apelando también a elementos tan populares como el fútbol.

Porque ese himno de grada que dice ‘Moverse, maños moverse’ y que se hizo célebre hace un par de años en La Romareda también ha sido parte de su espectáculo.

Pero este no fue el último guiño al territorio, pues desde su mesa Pioneer ha jugado fuerte al pinchar el ‘Somos’ de José Antonio Labordeta, un símbolo aragonés que ha encontrado rápida respuesta en la grada, a pesar de sonar diez días antes de su momento, en el cierre de las fiestas.

Poco después, sobre las 00.15 horas, el padre Guilherme ha concluido una sesión que no ha estado exenta de polémica, dadas las críticas de los grupos de la izquierda en el consistorio en las últimas semanas por, entre otras cuestiones, haber organizado este concierto, en el contexto de promocionar a Zaragoza como ‘Ciudad por la vida’. EFE