Redacción Ciencia, 25 ago (EFE).- Todos los seres vivos envejecen, pero no al mismo ritmo y esto es especialmente verdad entre los flamencos rosa, dependiendo de si son o no migratorios, pues estos últimos se hacen mayores más rápidamente.
Los avistamientos durante 44 años de más de 1.800 flamencos en toda la cuenca mediterránea, permitió a un equipo encabezado por el instituto de investigación Tour du Valat (Francia) establecer las diferencias de envejecimiento entre los flamencos rosa (Phoenicopterus roseus) que migran y los que no.
La investigación que publica PNAS respalda la hipótesis de que los individuos no migratorios experimentan un mayor rendimiento demográfico en las primeras etapas de la vida, con la contrapartida evolutiva de una mortalidad acelerada y un descenso de la reproducción en etapas posteriores.
El estudio se centró en la región de Camarga (sur de Francia) donde algunas aves permanecen durante toda su vida y se las denomina residentes; otras son migratorias y viajan cada año a pasar el invierno en España, Italia o el norte de África.
A los flamencos residentes les va mejor al comienzo de su vida adulta, al estar bien establecidos en las lagunas de la costa mediterránea francesa durante el invierno, donde sobreviven y se reproducen más que los migrantes.
Sin embargo, a medida que envejecen, declinan más rápidamente. Con un envejecimiento un 40 % mayor, su capacidad de reproducción disminuye y el riesgo de muerte aumenta más rápidamente que entre los migratorios.
Por el contrario, los flamencos migratorios, tiene mayores tasas de mortalidad y menores de reproducción al inicio de su vida, debido a los viajes estacionales, pero ”parecen compensarlo con un envejecimiento más lento en edades avanzadas” .
Las probabilidades de producir con éxito un polluelo eran similares en todas las estrategias migratorias
El inicio del proceso de envejecimiento se produce antes en los residentes (20,4 años de media) que en los migrantes (21,9 años), indicó el Instituto Tour du Valat.
El estudio demuestra que la migración estacional, un comportamiento que exhiben miles de millones de animales, puede influir en la velocidad del envejecimiento.
“Probablemente esto esté relacionado con un compromiso entre el rendimiento en la juventud y la salud en la vejez», explicó el investigador del francés Centro Nacional para la Investigación científica (CNRS) Sébastien Roques, coautor del estudio.
Mientras los flamencos residentes “viven intensamente al principio, luego pagan por ese ritmo”. Los migrantes parecen envejecer más lentamente y algunos llegan a vivir más de 50 años, destacó Roques.
El estudio ahora publicado es fruto de observaciones que comenzaron en 1977 mediante el marcado de flamencos con anillas que pueden leerse a distancia con un telescopio.
Los investigadores consideraron que se trata de un conjunto de datos único y de valor incalculable para comprender los mecanismos del envejecimiento en las poblaciones animales.
Comprender las causas de los cambios en la velocidad del envejecimiento “es un problema que ha obsesionado a investigadores y filósofos eruditos desde la antigüedad”, señaló el también firmante del artículo Hugo Cayuela de la Universidad de Oxford (Reino Unido).
Durante mucho tiempo, se pensaba que estas variaciones se producían principalmente entre especies, pero ahora se están acumulando pruebas que demuestran que dentro de la misma especie, los individuos a menudo no envejecen al mismo ritmo debido a variaciones genéticas, conductuales y ambientales.