La misteriosa aventura china de Miki Oca

El seleccionador español del equipo femenino de waterpolo, Miki Oca, en foto de archivo de Enric Fontcuberta

Barcelona, 5 jun (EFE).- Después de cada gran competición con España, tenía una oferta que triplicaba su sueldo, pero recurrentemente Miki Oca (Madrid, 1970) no la tenía en cuenta, hasta que después de convertirse en campeón olímpico, algo se removió. Desde el pasado abril, dirige la selección femenina de China.

¿Qué había cambiado entonces? Oca, en el cargo desde 2010, con catorce medallas, se vio en lo más alto tras los Juegos de París. Según su entorno próximo, el técnico se vio en la cima del Everest, con todo a sus pies y con pocos objetivos más a perseguir.

Pero la decisión no estaba tomada tras los Juegos, aunque sí las dudas empezaron a emerger en la cabeza del entrenador. «¿Y ahora qué?», dicen que se preguntó. «Volver a ganar», le respondieron. Pero ya no había marcha atrás.

Y eso que en el seno del equipo, tras unos meses de pausa después de la vorágine del verano parisino, se pensaba que iba a volver a sus rutinas, a interesarse por la planificación, a reunirse con sus ayudantes, Jordi Valls y Ángel Andreo, y a ver qué podía deparar el nuevo ciclo olímpico.

Pero ya no iba a haber marcha atrás. No sería como, tras los Juegos de Tokio, en 2021, cuando estuvo muy cerca de echarlo todo por la borda. Entonces la mala gestión del grupo, que casi deja sin medalla olímpica a la meta suplente María Elena Sánchez, había llevado a una situación límite al entrenador.

Oca no la había incluido en el acta de ninguno de los partidos y a falta solo de la final, desde la dirección técnica se dieron cuenta de que si Sánchez no iba convocada para aquel encuentro, no sería medallista, con todo lo que ello supone -becas, ayudas…-.

Tuvieron que dejar fuera de la final a Clara Espar, una jugadora que entraba siempre en la rotación. Aquello fue considerado como «un error muy grave» desde diferentes sectores y Oca se sintió señalado.

Acabaron los Juegos de París, Oca consumía el verano en una casita en Huelva. Tenía acumulados muchos mensajes en su teléfono móvil, mucho más de lo habitual, y la decisión sobre su continuidad estaba en el aire, porque el contrato vencía el 31 de diciembre y además se habían celebrado elecciones en el seno de la Federación.

Oca, el entrenador tranquilo, el tipo que no aparece en las fotos de las celebraciones, un jugador histórico y un técnico de leyenda, necesitaba tomar aire y se preguntó por qué no aceptar aquel ofrecimiento que, competición tras competición, recibía.

Y fue madurando la posibilidad. Seguramente podría necesitar tomar algo de distancia con su mundo fuera del waterpolo y, claro, aceptar un contrato que, según algunas fuentes consultadas por EFE, le triplicaría el sueldo.

El triple durante cuatro años, un ciclo olímpico. Cuando acabe, Oca tendrá 58 años.

El 16 de diciembre de 2024, la eterna portera del equipo nacional, Laura Ester, anunció su retirada definitiva al término de la temporada. Fue en una multitudinaria despedida en el CAR de Sant Cugat. Allí tampoco estaba Miki Oca y ya saltaron todas las alarmas.

Nadie daba respuestas a las preguntas sobre el futuro del entrenador. Dos días después, Oca remitió una carta a EFE en la que se despedía: «Me voy tranquilo y agradecido a todas las jugadoras y equipo técnico con los que he compartido todo este tiempo» y aseguraba que había llegado «el momento de parar».

Relevo publicó que había aceptado una oferta para entrenar al equipo nacional chino femenino, pero no hubo ninguna confirmación al respecto. En marzo, Jordi Valls fue anunciado como nuevo seleccionador y en abril se jugaba en Chengdú, a 1.800 kilómetros de Pekín, la fase final de la Copa del Mundo de waterpolo femenino.

Las chinas no estaban dirigidas por Oca, pero este estaba en las gradas. Que su contratación con China era un hecho o estaba muy próxima era una evidencia, aunque desde la Federación del país aún no lo han comunicado oficialmente y se espera un anuncio antes del Mundial de Singapur del próximo mes.

Miki Oca no está solo en China. En su equipo técnico está Mirko Blazevic, un especialista en técnica individual que trabajaba con la selección española femenina de waterpolo desde 2017, y Ángel Andreo, entrenador de porteras del equipo español desde 2015 y que también desarrollaba tareas de preparación física. Los tres llevan días al frente de la selección china con entrenamientos en el centro acuático de Pekín, con todos los recursos posibles.

Mientras tanto, el equipo español, campeón olímpico, uno de los referentes mundiales de este deporte, ha debido reconstruirse desde el éxito. Valls ha sustituido a Oca; Mario García es su ayudante; Antonio Aparicio sustituye como entrenador de porteras a Andreo; Carla Fargas es la nueva encargada del ‘scouting’ y Jordi Stavrou, el preparador físico.

El coordinador físico hasta los Juegos de París, Juanjo Andújar, también ha hecho las maletas, en su caso para aceptar un puesto en Alemania como responsable de un centro de tecnificación.

Francisco Ávila