Madrid, 2 oct (EFE).- El Círculo de Bellas Artes presenta ‘Robert Capa. Icons’, una muestra sobre el fotógrafo que cambió la historia del fotoperiodismo, autor de fotos icónicas como el miliciano de la Guerra Civil española o el desembarco de Normandía, en la que expone los misterios que rodean su vida y su trabajo.

Se trata de la mayor retrospectiva sobre Capa -podrá verse hasta finales de enero- e incluye desde su primera foto publicada, de Leon Trotski en una conferencia en Copenhague en 1932, hasta sus instantáneas en color de viajes glamourosos a Deauville y estaciones de esquí en Suiza; o desde la Guerra civil española a sus retratos del ‘star system’ del Holliwood de los años 50.
La exposición pone de manifiesto la capacidad de inventiva de Capa, cuyas memorias “son pura literatura”, desde que cambia su nombre de Endre Ernö Friedman (Budapest 1913-Indochina 1954) para comenzar a vender sus fotos como hechas por un “magnifico fotógrafo americano”, hasta las “escenificadas” como la de ‘muerte de un miliciano’, ha explicado el comisario de la exposición, Michel Lefebvre.
Para Lefebvre, “la del miliciano es la ‘Gioconda’ del periodismo porque encierra un gran misterio, un misterio total. No sabemos el día, ni el nombre del miliciano, ni si cae o muere”. Y tampoco se conserva el negativo de la imagen.
Sin embargo, con el paso del tiempo se ha llegado a la conclusión de que la imagen fue escenificada por los soldados para los fotógrafos sobre un cerro de la localidad de Espejo, en Córdoba, donde no hubo enfrentamientos.
Y de hecho, junto a la icónica imagen, cuelga otra de otro miliciano recibiendo un disparo en el mismo lugar y tomada desde el mismo ángulo.
Otra foto mítica de la Guerra Civil es la de tres niñas jugando frente a una casa cosida a disparos en el número 10 de la calle Peironcely de Vallecas, en Madrid. Un edificio que hoy es propiedad del Ayuntamiento y donde a Lefebvre le gustaría ver instalado un museo dedicado a Capa.
Las del Desembarco de Normandía tampoco están libres de misterio ya que, tras pasar una hora y media haciendo fotos a los soldados en el momento de desembarcar en la playa de Omaha, sólo han sobrevivido 9, ya que los negativos de las demás supuestamente se perdieron en un incendio en la cámara de secado. Y en solo una de ellas se le ve la cara a un soldado.
Las fotos de la exposición son todas originales de la época, ‘vintage prints’, reveladas por el propio Capa, algunas con los bordes o esquinas algo dañados y con anotaciones del propio fotógrafo en el anverso.
Considerado el fotógrafo de guerra más célebre de la historia y precursor del fotoperiodismo moderno, Capa cubrió cinco conflictos decisivos: la Guerra Civil Española, la guerra chino-japonesa, la Segunda Guerra Mundial, la primera guerra árabe-israelí y la guerra de Indochina, donde murió en 1954, al pisar una mina antipersona. Tenía solo 40 años.
Pero el fotógrafo no fue solo testigo de guerras y por eso la exposición tiene todo un apartado sobre ‘Capa en paz’ que incluye sus retratos a personalidades y amigos como Picasso, Hemingway o Ingrid Bergman, y reportajes sobre moda, rodajes cinematográficos y viajes por Europa.
En 1947 fundó, junto a Henri Cartier-Bresson, David “Chim” Seymour, George Rodger y William Vandivert, la agencia Magnum Photos, que revolucionó el modo de trabajar de los fotógrafos, otorgándoles control sobre sus negativos, publicaciones y derechos de autor. Capa es, de hecho, uno de los precursores del fotoperiodismo moderno.
Para el Círculo de Bellas Artes, más allá del mito, esta retrospectiva muestra al Capa más completo: el reportero intrépido que arriesgó la vida para contar la verdad desde el frente, pero también al Capa menos conocido, el hombre vitalista, amante de la amistad, del juego, del cine y de los viajes, que buscó siempre estar en el corazón de la acción.










