La Nacional cumple 100 años en su ‘casa’ de Nueva York preservando el legado español

Personas comen en el restaurante La Nacional, en Nueva York. La institución cultural española más antigua de Estados Unidos cumple 100 años en su 'casa' de lo que una vez fue llamado el barrio de Little Spain con la misión de preservar el legado español para las futuras generaciones, según cuentan a EFE sus responsables. EFE/ Ángel Colmenares

Nueva York, 20 jun (EFE).- La institución cultural española más antigua de Estados Unidos, La Nacional de Nueva York, cumple 100 años en su ‘casa’ de lo que una vez fue llamado el barrio de Little Spain con la misión de preservar el legado español para las futuras generaciones, según cuentan a EFE sus responsables.

Una gran enseña nacional ondea junto a la estadounidense en el edificio tipo ‘brownstone’ de la Calle 14 de Manhattan que es bien conocido por su restaurante español, y dentro del que se ha desarrollado un siglo de la historia de la Asociación Española de Socorros Mutuos (Spanish Benevolent Association), fundada mucho antes, en 1868.

El edificio fue adquirido en 1925 por el entonces presidente de la sociedad, José Camprubí, propietario del diario La Prensa, y ha sobrevivido a la marcha de los numerosos negocios españoles que poblaban la zona, explica Robert Sanfiz, su director ejecutivo, que no duda en calificarlo de «joya» neoyorquina.

Los inmigrantes, sobre todo europeos, que llegaban a la Gran Manzana a principios del siglo XX creaban clubes para ayudar a sus compatriotas tras largas travesías en barco, y los españoles no eran una excepción: en La Nacional podían conseguir comida, cama, ropa para realizar airosos entrevistas y conexiones para desenvolverse en su nueva vida.

Sanfiz saca unas grandes fotografías en blanco y negro impresas en papel brillante que muestran las reuniones celebradas en el edificio hace décadas: fiestas del día de la Hispanidad, bailes regionales, banquetes y reuniones; no faltan imágenes de niños que acabaron haciendo su vida cerca de allí.

También hojea los amarillentos estatutos de la sociedad, uno de ellos con la bandera tricolor republicana -La Nacional fue también punto de llegada del exilio-, así como las cartillas de sus antiguos miembros, mecanografiadas con el nombre y lugar de nacimiento: los adultos proceden de ciudades españolas, pero muchos jóvenes son de «U.S.A.».

«Hoy en día, muchas personas entran y dicen que sus abuelos y bisabuelos se conocieron aquí y se casaron. Básicamente, La Nacional es responsable de las generaciones que han venido», relata el director, que reconoce que su razón de ser ha cambiado y hoy es más un «club social y cultural».

Un lugar para sentirse «como en casa»

El chef principal del restaurante La Nacional, Paco Parreño, posa en Nueva York (Estados Unidos). EFE/ Ángel Colmenares

«Las necesidades de un emigrante español ya son bastante diferentes que hace 100 años: muchos son gente joven que viene para un año, o que explora Nueva York. Pero todos quieren comer una buena tapita, una tortilla española…», apostilla Sanfiz, poniendo en valor el restaurante.

Y es que La Nacional es también el restaurante español más antiguo de la ciudad, en el que se crea un ambiente «similar al de un restaurante en Madrid, Valencia o Barcelona» resume su jefe de cocina, Paco Parreño, que quiere que todos «se sientan como en casa», donde apetece «invitar a vivir la experiencia al que no es español».

Es habitual ver a la gente tomando una caña y comentando el partido de fútbol en el fin de semana, y «el concepto tapas está muy integrado en la sociedad» estadounidense, por lo que no faltan patatas bravas, croquetas o el pan con tomate, así como la paella, que el chef cocina con buen saber valenciano.

Parreño, siempre concentrado ante los fogones en el corazón del establecimiento, ha creado para el centenario un menú inspirado en el de la inauguración, con platos típicos como el coctel de mariscos y la tarta helada, con un precio simbólico de 19,25 dólares, y espera que «haya mucha documentación» para el futuro.

«La historia siempre es bonita: es lo que dejamos. Venimos de prestado, dejamos algo y nos vamos, y llegan otros (…). Al próximo centenario seguro que no llego, pero 50 años, por qué no», expresa, recordando con cariño a varios clientes y miembros de la sociedad que siguen yendo a comer allí, ya nonagenarios.

La institución, que oficialmente celebra los 100 años de la compra del edificio el domingo 22 de junio, ofrecerá durante el fin de semana una programación cultural que incluye flamenco, una exposición de fotos y la proyección del documental ‘Oce upon a place’, sobre la sociedad benéfica y la progresiva desaparición de Little Spain.

Nora Quintanilla

Fotografía de los libros de estatutos en los últimos 100 años en el restaurante La Nacional, en Nueva York (Estados Unidos). EFE/ Ángel Colmenares