Miami (EE.UU.), 22 sep (EFE).- La NASA prepara el lanzamiento de su orbitador IMAP (Sonda de mapeo y aceleración interestelar, en inglés), que despegará el miércoles junto con otras dos misiones desde Florida para mapear con mayor detalle que nunca los límites de la heliosfera y ayudar a proteger de la radiación solar a los astronautas de futuras expediciones espaciales.
El lanzamiento de la sonda estaba inicialmente programado para este martes desde las instalaciones de la NASA en Cabo Cañaveral, pero hoy fue aplazado para las 7:30 hora local del miércoles (11:30 GMT) «para dar más tiempo a los equipos de recuperación para que lleguen a la zona de aterrizaje».
IMAP ayudará a la NASA a estudiar la heliosfera, una región a 14.000 millones de kilómetros de la Tierra que rodea al sistema solar, protegiéndolo de la radiación cósmica, y que se genera por las partículas magnéticas procedentes del Sol, conocidas como viento solar.
«Con este mapeo vamos a entender mejor cómo (es) la heliosfera, su forma, su estructura y cómo interacciona con el viento interestelar», dijo a EFE la directora de la oficina de análisis de meteorología espacial Moon to Mars de la NASA, Teresa Nieves Chinchilla.
La experta explicó que es «muy poca la información» que poseen en la actualidad sobre esta región, que solo ha sido atravesada por las dos Voyager de la agencia espacial estadounidense, la última de ellas lanzada al espacio hace casi seis décadas.
El destino final de la IMAP será el primer punto de Lagrange, un lugar entre la Tierra y el Sol que es gravitacionalmente estable, puesto que en él las fuerzas de ambos astros están en equilibrio.
El viaje hasta este punto, ubicado a 1,6 millones de kilómetros de la Tierra, durará 108 días. La sonda permanecerá allí sus dos años de vida útil, durante los que parte de sus diez instrumentos científicos cartografiarán la heliosfera con un detalle mucho mayor del que permitieron las misiones Voyager.
Ayudará a comprender los efectos del viento solar
IMAP también estudiará la actividad solar y cómo las partículas cargadas del Sol se energizan para formar el viento solar, así como la interacción entre el espacio interestelar en el límite de la heliosfera.
«A medida que el viento solar va a ir pasando por la nave, va a tomar esas medidas y va a mandarlas en tiempo real y a ponerlas a disposición de todos aquellos que hacen meteorología espacial», señaló Nieves.
El viento solar fue el principal objeto de estudio de la misión ‘TRACERS’ que la NASA envió al espacio el pasado julio. Este fenómeno espacial está causado por las partículas cargadas procedentes del Sol y puede tener un impacto significativo cuando llega a la Tierra.
«Cuando los GPS en dos satélites, por ejemplo, tratan de comunicarse entre sí, puede ser que esa comunicación se pierda», indicó la experta, que afirmó que esto puede afectar a sectores tan diferentes como la aviación o la agricultura.
IMAP será capaz de advertir con aproximadamente 30 minutos de antelación sobre la radiación dañina entrante.
El lanzamiento, a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, también desplegará un satélite de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) de EE.UU., que estudiará ininterrumpidamente la actividad del Sol y monitoreará el viento solar, y el observatorio Carruthers Geocorona, para analizar la exósfera, el borde más externo de la atmósfera de la Tierra.
Un rayo de luz sobre Artemis y la conquista de Marte
La comprensión del viento solar también será esencial para el futuro de misiones tripuladas.
El programa Artemis, que prevé el retorno del ser humano a la Luna no antes de 2027, y los planes de SpaceX para enviar astronautas a Marte deberán tener en cuenta los efectos de la radiación solar sobre los astronautas para evitar riesgos sobre su salud.
La administradora asociada de la dirección de la misión científica de la NASA, Nicola Fox, recordó este domingo a la prensa la virulencia de una tormenta solar que ocurrió en agosto de 1972 durante el programa Apolo.
«Si los astronautas hubieran estado en órbita o en la superficie principal, podrían haber experimentado niveles peligrosos de alta radiación generada por las históricas erupciones solares que brotaban del Sol a velocidades sin precedentes, advirtió Fox.
Y resumió que IMAP «será la sonda espacial más avanzada dedicada a mapear los límites de la heliosfera», capaz de medir cada 15 segundos el plasma invisible que la rodea.
Hugo Barcia