Sevilla, 27 sep (EFE).- Técnicas de neuromodulación como la Estimulación Magnética Transcraneal (EMT) se están consolidando como algunas de las terapias más eficaces para avanzar contra el suicidio, ya que el 61 % de estas ideas se elimina «por completo y de forma muy rápida» en pacientes con depresión resistente que «presentaban una intención franca de hacerse daño».
Así lo explica a EFE el psiquiatra del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla Álvaro Moleón, responsable del estudio realizado durante dos años por investigadores andaluces en Sevilla y Huelva sobre 104 pacientes con trastorno depresivo resistente (fracaso de, al menos, dos antidepresivos) y ansiedad acompañante, que presentaban riesgo suicida.
Moleón, director del Instituto Andaluz de Salud Cerebral y autor del libro ‘Suicidio, una cuestión multidisciplinar’, ha precisado que este riesgo incluía tanto «fantasías sobre la muerte» o ideas pasivas, como un «plan de hacerme daño o ideas autolíticas activas», ha dicho.
El tratamiento consistió en 30 sesiones de Estimulación Magnética Transcraneal bilateral, un protocolo estándar de la técnica que se aplica estimulando primero la corteza prefrontal dorsolateral derecha (inhibición) y continuando en la izquierda (excitación).
Metodología y resultados
Tras las 30 sesiones, el 61% de los pacientes que al inicio presentaban ideación activa o pasiva sobre el suicidio, consiguieron que la idea suicida desapareciera «al cero», es decir, sin ningún pensamiento, fantasía o acto suicida, lo cual, según Moleón, supone «un gran éxito frente a un problema que no tiene grandes tratamientos específicos».
En los últimos años -ha repasado el especialista- se ha hablado mucho de la esketamina, un antidepresivo derivado de la ketamina, pero los datos de la estimulación magnética mejoran esos resultados preliminares y «dan solución a una lacra que está llevándose muchas vidas».
«Parece que vamos a tener herramientas en los próximos años que puedan dar un poquito más de esperanza», ha asegurado el psiquiatra, que ha recordado que el suicidio sigue siendo la primera causa de muerte en población de 15 a 29 años y está detrás de más de 4.000 muertes anuales en España.
En su opinión, esto supone «un avance significativo», ya que, aunque la EMT ya está evidenciada como efectiva para la depresión resistente, no se había estudiado en profundidad su impacto directo sobre el riesgo suicida por ningún otro grupo de investigación.
El auge de la neuromodulación en psiquiatría
Ha subrayado que la psiquiatría en los últimos años está avanzando sobre todo en este tipo de terapias físicas de neuromodulación más que en el desarrollo de nuevos medicamentos y que existen otras novedades que se han abordado durante estas jornadas que ofrecen muchas posibilidades.
Ha citado entre ellas los protocolos acelerados de EMT, donde la investigación se centra en reducir la duración de la terapia para conseguir resultados óptimos y se está explorando incluso la posibilidad de aplicar las 30 sesiones en un día, un avance «muy preliminar pero prometedor».
Junto a ellos se plantea la estimulación transcraneal por pulsos o por ondas de choque (TPS), que ha tomado impulso tras obtener la aprobación europea para el tratamiento de las fases iniciales y moderadas del Alzheimer.
Además se está investigando la estimulación transauricular del nervio vago, con dispositivos «no invasivos» similares a los auriculares que, conectados en la oreja, liberan pulsos eléctricos para modular este nervio, que desempeña un papel crucial en la regulación de funciones involuntarias del cuerpo, como la frecuencia cardíaca y la digestión-
«Esta técnica, que tradicionalmente era quirúrgica, podría tener efectos antidepresivos, ansiolíticos y anticonvulsivantes», ha concluido Moleón.
Eva Ruiz Verde