La OCDE prevé que Brasil crezca un 2,1 % en 2025 y apunta a una desaceleración

Fotografía de archivo de  una línea de operación para clasificar las mercancías en la ciudad de Cajamar (Brasil), en una fotografía de archivo. EFE/ Sebastião Moreira

Sao Paulo, 3 jun (EFE).- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé que Brasil crezca un 2,1 % en 2025 y apuntó a una desaceleración económica que se alargará por lo menos hasta 2026, según un informe publicado este martes.

La OCDE mantuvo la previsión preliminar divulgada en marzo, pero la tasa continúa lejos del crecimiento del 3,4 % registrado el año pasado en la principal economía de América Latina.

Así mismo, para 2026, el organismo -que agrupa a los países más industrializados del planeta- espera que la desaceleración continúe y que el PIB de Brasil avance apenas un 1,6 %.

Detrás de este menor crecimiento económico del gigante suramericano, la OCDE apuntó en su informe al debilitamiento de la demanda interna y del consumo, en medio de una inflación que se mantiene por encima del 5 % anual.

Además, la organización proyectó una caída de la inversión privada en Brasil, debido a una menor demanda externa de sus productos, que ahora enfrentan mayores aranceles de parte de EE.UU., el principal destino de sus exportaciones.

Un segundo factor que pesa sobre la inversión brasileña es, según el informe, la alta tasa de interés establecida por el Banco Central y que el organismo internacional espera que alcance el 15 % a lo largo de este año.

Sobre la política fiscal del Gobierno brasileño, la OCDE opinó que la expansión del gasto público en educación y sanidad creará «desafíos significativos» para poder cumplir las metas de superávit que establece la ley del país.

En ese sentido, el organismo volvió a defender una reforma a la ley que reajusta las pensiones y los beneficios sociales de acuerdo con la inflación, para «reducir la carga» de estas partidas sobre las finanzas públicas.

Por último, el informe abogó por reducir las barreras arancelarias para ampliar el acceso de Brasil a mercados extranjeros y elevar su competitividad.

Por su parte, el Gobierno brasileño prevé un crecimiento del 2,4 % este año y del 2,5 % en 2026.