La OCDE relaciona una menor productividad laboral con el alza de la polución de los coches

Imagen de archivo de contaminación en París. EFE/Javier Albisu

París, 26 jun (EFE).- Un aumento de las micropartículas en la atmósfera, atribuidas en buena medida al tráfico, está asociado a una disminución de la productividad en el trabajo, según un estudio de la OCDE publicado cuando varios países europeos cuestionan las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) recomendadas por la UE.

En el informe publicado este jueves, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) apuntó que la caída de la productividad de los trabajadores expuestos a las micropartículas PM2.5 (muy comunes y especialmente nocivas) se debe a que las mismas pueden causar «fallos en el proceso cognitivo por reducción de flujo sanguíneo y oxigenación celular».

«El análisis demuestra que un aumento de 1 microgramo por metro cúbico en las concentraciones de PM2.5 (…) provoca una reducción del 0,55 % en la productividad laboral», señala el documento, que se sirve de datos de 2,5 millones de empresas que operaron en Europa entre 2000 y 2022.

Es un impacto significativo si se tiene en cuenta que en la década entre 2010 y 2019 el crecimiento medio de la productividad laboral por persona en Europa fue del 0,75 %. Los autores escogieron 1 microgramo por metro cúbico como referencia por ser el intervalo de alza o de bajada media anual más común entre 2000 y 2022.

El estudio destaca también que, en la década 2010-2019, las mejoras de la calidad atmosférica en la UE pueden explicar un tercio del crecimiento de la productividad laboral en el club comunitario.

Entre las empresas con los trabajadores más afectados, están las de la construcción, las de los sectores que emplean una mayor proporción de trabajadores altamente cualificados y las medianas.

El norte de España, de Italia y partes de la Europa central y oriental son las que más se han beneficiado de esa dinámica tras registrar las reducciones de micropartículas «más significativas» en la zona comunitario.

Por ello, la OCDE resaltó que es importante que los países de la UE se comprometan a seguir reduciendo emisiones (las de PM2.5 han bajado de una media de 16.5 µg/m3 en el 2000 a 12.7 µg/m3 en 2022) siguiendo las directivas europeas sobre la calidad del aire aprobadas en 2024, que han de cumplirse hasta 2030.

Uno de los dispositivos ya puestos en marcha para la mejora del aire ha sido la implantación en ciudades de las denominadas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), que prohíben o limitan drásticamente el paso de los vehículos más contaminantes en los centros las ciudades.

Sin embargo, en países como España o Francia, varios partidos políticos -desde la ultraderecha a la izquierda radical- se han opuesto a las ZBE.

En Francia, en una votación en la Asamblea Nacional el pasado mayo, lograron que se derogase la ley aprobada en 2018, aduciendo que era discriminatoria con los hogares con menos poder adquisitivo, pues estos no tienen los medio económicos para adquirir vehículos menos contaminantes.