Santo Domingo, 3 oct (EFE).- La Vigésima Reunión Americana de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), celebrada en Punta Cana (República Dominicana), finalizó este viernes con la adopción de una declaración enfocada «en la aplicación de las Normas Internacionales del Trabajo y el refuerzo del nexo entre crecimiento económico, empleo y derechos laborales», indicó el ministro de Trabajo dominicano, Eddy Olivares Ortega.
Entre las prioridades de la «Declaración de Punta Cana» está garantizar la protección de los principios y derechos fundamentales en el trabajo: la libertad de asociación y la libertad sindical y el reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva.
Además, en la reunión se acordó trabajar en la eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio; la abolición efectiva del trabajo infantil y la eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación.
También, la declaración insta a asegurar la protección social integral y sostenible, reforzar las instituciones democráticas y el Estado de Derecho e impulsar una transición justa hacia sociedades resilientes al cambio climático.
En su discurso, Olivares señaló que los debates celebrados en esta reunión, que empezó el miércoles, estuvieron centrados en «la persistente informalidad de los empleos, la desigualdad y la exclusión».
«Se ha consolidado una hoja de ruta centrada en las personas, la inclusión y la sostenibilidad, impulsando un crecimiento productivo anclado en la justicia social», señaló Olivares acerca de la cita que se celebró bajo el lema «Democracia, paz, trabajo decente y diálogo social: uniendo a las Américas para un futuro con desarrollo sostenible y justicia social».
De esta forma, según el ministro, el consenso entre trabajadores, empleadores y gobiernos se centró en tres pilares: la necesidad de impulsar la transición de la economía informal a la formal, para combatir una tasa regional de informalidad cercana al 46,7 %; el diseño de sistemas de protección social integrales, basados en la universalidad; y la solidaridad y urgencia de robustecer las instituciones democráticas como garantía fundamental del diálogo social institucionalizado.
Por su parte, el director general de la OIT, Gilbert F. Houngbo, declaró que la justicia social, el trabajo digno y la democracia «son pilares fundamentales del desarrollo sostenible tanto en el continente americano como allende la región».
Houngbo también apuntó que la Declaración de Punta Cana «establece prioridades claras para promover la productividad, el trabajo decente y la justicia social en la región».
Por otro lado, la vicepresidenta del grupo de empleadores de la cita, la dominicana Laura Peña Izquierdo, advirtió de que «entre el 26 y el 38 % de los empleos en la región presenta algún nivel de exposición a la automatización» y que «solo el 36 % de las mujeres participa en los sectores de ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas (CTIM) frente al 65 % de los hombres».
El vicepresidente del grupo de gobiernos, el ministro de Trabajo de Barbados, Colin Jordan, subrayó la «necesidad de la región de ser una zona de paz».
«La inestabilidad tendría un impacto en los trabajadores y las empresas», indicó Jordan.
Por su parte, el vicepresidente del grupo de trabajadores, el dominicano Gabriel del Río Doñé, aseguró que en la reunión se reafirmó que «no basta con generar empleos; se necesitan empleos dignos con derechos, seguridad, y condiciones de inclusión para todos».