Tegucigalpa, 22 may (EFE).- La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh) alertó este jueves sobre “constantes ataques” contra defensores de derechos humanos y periodistas en Honduras, y expresó su preocupación por las “serias dificultades” que enfrenta el Sistema Nacional de Protección (SNP) para responder de manera efectiva.
En un comunicado, la Oacnudh indicó que “sigue monitoreando y documentando constantes ataques contra personas defensoras y periodistas” y ve “con preocupación que el SNP enfrenta serias dificultades que comprometen su capacidad de respuesta, por el débil anclaje interinstitucional, la falta de presupuesto y recursos humanos suficientes, la constante rotación de personal y la ausencia de procesos de formación especializados”.
A diez años de la promulgación de la Ley de Protección para los Defensores de Derechos Humanos, Periodistas, Comunicadores Sociales y Operadores de Justicia, la Oficina instó al Estado de Honduras a tomar “medidas urgentes” para que el país deje de ser “un lugar peligroso” para la defensa de los derechos humanos.
Sostuvo también que la aprobación de la normativa, el 15 de mayo de 2015, representó “un avance clave” en el reconocimiento y protección de los defensores de derechos humanos y de la libertad de expresión en Honduras, y permitió la creación del Sistema Nacional Protección, posicionando al país como el cuarto en la región en contar con un mecanismo especializado de protección.
“La creación del SNP fue un hito histórico y su fortalecimiento debe ser una prioridad de los tres poderes del Estado. Sin embargo, este mecanismo por sí solo no es suficiente”, subrayó el representante adjunto de la Oacnudh, Bardia Jebeli.
Agregó que para muchos defensores de derechos humanos “vivir con medidas de protección y bajo temor se ha convertido en una normalidad”, por lo que considera necesario que el Estado hondureño “garantice un entorno propicio y seguro que les permita ejercer su labor sin temor a represalias”.
“Luchar contra la impunidad de los delitos cometidos contra personas defensoras y periodistas no es solo una obligación del Estado, sino también la forma más efectiva de proteger sus vidas y su labor”, enfatizó Jebeli.
Además, aseguró que en Honduras, “silenciar las voces de quienes defienden los derechos humanos no tiene consecuencias, lo que conlleva a perpetuar los ataques en su contra y profundiza el clima de miedo e indefensión en el que muchas personas defensoras se ven forzadas a vivir”.
Ante este panorama, la Oacnudh hizo un llamado al Estado hondureño para implementar una política integral que no solo refuerce los mecanismos de protección, sino que también aborde las causas estructurales del riesgo, reconozca la labor de las personas defensoras y garantice sanciones efectivas contra los agresores.
De igual manera reiteró su compromiso de brindar asistencia técnica al Estado hondureño para que cumpla con sus obligaciones internacionales en materia de protección de los defensores de derechos humanos y libertad de expresión.