Bangkok, 14 mar (EFE).- El Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés), la agencia humanitaria más grande de Naciones Unidas, anunció este viernes que más de un millón de personas en Birmania (Myanmar) se quedarán en abril sin las ayudas que entrega la organización debido a la severa caída de la financiación a estas operaciones.
En un comunicado, el WFP explicó que estos recortes dejarán sin asistencia alimentaria a numerosas comunidades, entre ellas algunas que dependen enteramente de la ONU para comer, como la minoría musulmana rohingya, perseguida por la junta militar que detenta el poder en Birmania desde el golpe del 1 de febrero de 2021.
La agencia humanitaria -que el viernes pasado informó del grave déficit de financiación para sus operaciones en Bangladesh, donde viven alrededor de un millón de rohingyas en el mayor campamento de refugiados del mundo- dijo que con el dinero actual solo podrá seguir ayudando a las 35.000 personas de mayor vulnerabilidad en Birmania.
“Los recortes inminentes tendrán un impacto devastador en las comunidades más vulnerables de todo el país”, declaró Michael Dunford, director de la organización en el país asiático, que considera crucial obtener nuevas donaciones.
Por ello, el WFP dijo hoy que requiere con urgencia de 60 millones de dólares para mantener la asistencia alimentaria en Birmania durante este año, cuando se estima que cerca de 20 millones de personas -un tercio de la población- tiene necesidades urgentes como hambre o insalubridad.
Asimismo, la ONU alertó que este recorte se produce justo cuando ha aumentado la violencia en Birmania, donde el Ejército se enfrenta a guerrillas y movimientos prodemocráticos tras el golpe de Estado, lo que ha dejado más de 6.200 muertos desde el golpe y millones de desplazados que huyen de los enfrentamientos.
Las operaciones humanitarias alrededor del mundo están sufriendo recortes debido, principalmente, a la suspensión de los fondos que entregaba la agencia de Estados Unidos Usaid, cuyo funcionamiento está siendo revisado por el Gobierno del estadounidense Donald Trump desde su regreso al poder en enero pasado.