El Cairo, 2 sep (EFE).- El coordinador residente y humanitario interino de las Naciones Unidas en Sudán, Luca Renda, aseguró este martes que la ONU y sus socios humanitarios se están movilizando para brindar apoyo a la población afectada por el deslizamiento de tierra que arrasó una aldea en una zona montañosa en el oeste de Sudán, que ha enterrado a unas mil personas.
Así lo indicó en un escueto comunicado en el que Renda se mostró entristecido por el «devastador deslizamiento de tierra ocurrido en la aldea de Tarsin, ubicada en Jebel Marra, en la frontera entre los estados de Darfur Central y Darfur Sur, el pasado domingo, tras días de fuertes lluvias.
«Fuentes locales indican que entre 300 y 1000 personas podrían haber perdido la vida», afirmó.
«La comunidad humanitaria se solidariza con el pueblo de Sudán y no escatimará esfuerzos para garantizar que la ayuda llegue sin demora a quienes la necesitan», concluye la nota.
Esa remota región está controlada por el llamado Movimiento/Ejército de Liberación de Sudán (SLM/A, según sus siglas en inglés), que no participa en la devastadora guerra que azota el país desde 2023, y que ha lanzado un llamamiento pidiendo ayuda internacional urgente para la busca de cadáveres y desaparecidos entre las rocas y el barro.
La tragedia ocurrió el pasado domingo cuando un deslizamiento de tierra provocado por fuertes lluvias arrasó la aldea de Tasrin sepultando a alrededor de mil habitantes, pero las principales informaciones sobre lo sucedido no se dieron a conocer hasta la noche del lunes a martes por el SLM/A, que no dispone de recursos para afrontar un desastre de tal calibre.
Ni el Consejo Soberano ni el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) y sus grupos aliados tienen presencia en el terreno en la zona donde ocurrió la desastre en Jebel Marra, una cadena montañosa volcánica, con los picos más altos de Sudán, y que es considerada refugio de desplazados por la guerra en el oeste del país.