Viena, 10 jul (EFE).- La OPEP hizo este jueves un llamamiento para que se inviertan 18,2 billones de dólares en la industria petrolera mundial con el fin de garantizar la seguridad energética hasta 2050, lo que supone un aumento del 4,6 % respecto a lo calculado hace un año.
«El reto de satisfacer estas necesidades de inversión es enorme, y cualquier déficit podría afectar la estabilidad del mercado y la seguridad energética», advirtió la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en su informe anual sobre la evolución del sector petrolero a mediano y largo plazo.
La marcada revisión al alza -hace un año pedía una inversión global de 17,4 billones de dólares- está en línea con un renovado impulso a la producción de crudo y gas que vaticina en medio de una «moderación» de la lucha contra el cambio climático, reforzando su ya conocido argumento de que no se divisa ningún pico o retroceso del consumo en el consumo de esta materia prima.
En el informe, titulado ‘Perspectivas del Mercado Petrolero Mundial 2025’ (WOO 2025), sube hasta 123 millones de barriles (mbd) de «oro negro» su cálculo sobre lo que el mundo estará quemando a diario dentro de un cuarto de siglo, añadiendo así 3 mbd a la estimación presentada en septiembre de 2024.
Aumento de la demanda
Ello supondría una subida de la demanda petrolera en 19,2 millones de barriles diarios (mbd) en el periodo estimado, durante el que el petróleo se mantendría como la fuente número uno de la canasta energética mundial.
«Solo para la industria petrolera, prevemos necesidades de inversión a nivel mundial de 18,2 billones de dólares hasta 2050», afirma el secretario general de la OPEP, el kuwaití Haitham Al Ghais, en la introducción al documento de más de 300 páginas.
«Es vital para los consumidores y productores de todo el mundo, así como para el funcionamiento eficaz de la economía global en su conjunto, que estas inversiones se realicen», subraya.
Múltiples factores han llevado a la organización con sede en Viena a agregar 800 billones de dólares a la previsión que hizo en 2024 sobre lo que requiere el sector a largo plazo, pero el más relevante está vinculado a «cambios de narrativas» sobre la necesidad de usar menos fósiles para mitigar el calentamiento del planeta.
«Cada vez más responsables políticos reconocen que la narrativa de eliminar rápidamente el petróleo y el gas ha demostrado ser inviable y fantasiosa», destaca Al Ghais en el informe.
En los últimos años, la OPEP ha criticado de forma insistente el posicionamiento la Agencia Internacional de la Energía (AIE) a favor de detener las inversiones en nuevos proyectos de hidrocarburos. También ha arremetido contra esta entidad con sede en París por haber pronosticado para 2030 el pico de la demanda de fuentes fósiles
«En este frente, el cambio más visible se está produciendo en Estados Unidos», donde el Gobierno de Donald Trump «ha dejado claro, al retirarse (este año) del Acuerdo de París, que se preocupará menos por los problemas del cambio climático», indican los analistas de la organización en el informe.
Dependencia de hidrocarburos
«Las señales iniciales del nuevo Gobierno Trump indican claramente su preferencia por mantener la dependencia de los hidrocarburos, mediante cambios en las políticas y regulaciones ambientales», agregan los expertos de la OPEP.
Además recuerdan que EEUU se retiró también de la Alianza para la Transición Energética Justa, redujo los incentivos fiscales a las energías limpias, recortó la financiación de las energías renovables y proporcionó incentivos para revitalizar el suministro nacional de petróleo.
La OPEP ve así probable un menor apoyo a los vehículos eléctricos y las fuentes renovables, todo lo cual, considera, redundará en una ralentización de la transición energética no solo en EE.UU., sino también en países en vías de desarrollo.
Además, la organización observa «una tendencia similar en Europa», donde las nuevas políticas para impulsar la defensa y la competitividad económica «se traducirán probablemente en un menor énfasis en los esfuerzos de descarbonización».
En este contexto, la OPEP destaca asimismo que el petróleo, cuya demanda «alcanzó un récord de 103,7 mbd» el año pasado, es clave para satisfacer la creciente demanda de energía del planeta, y ve en los apagones que hubo este año en la península ibérica advertencias de los riesgos vinculados a inversiones insuficientes en el sector.
«Como indica el reciente apagón masivo en España y Portugal, el aumento de la cuota de electricidad renovable conlleva una mayor necesidad de inversiones en la red eléctrica y de mantener la capacidad de respaldo, incluyendo un mayor despliegue de baterías», señala el informe.