La patronal del calzado apela al sector a reinventarse y lamenta la política de EE. UU.

Imagen de archivo de la sección de zapatería en un centro comercial de Madrid.EFE/ Javier Lizón

Logroño, 10 ago (EFE).- La patronal española de calzado apela al sector a reinventarse y lamenta «la inestabilidad y el cambio tan repentino» en las reglas de juego de la nueva política de comercio exterior en Estados Unidos, en especial, en los aranceles anunciados por su presidente, Donald Trump, que pueden tener su repercusión en las ventas y el empleo de este sector y obligar a la industria exportadora a este país a replantearse otros mercados.

Así lo ha detallado en una entrevista con EFE uno de los vicepresidentes de la Federación de Industrias de Calzado Español (FICE), el empresario riojano Alfonso Ruiz Santolalla, quien ha asegurado que el calzado español goza de una calidad reconocida y, pese a que el sector «no atraviesa uno de sus mejores momentos, tiene que reinventarse a todos los niveles, desde la fabricación a la comercialización, y no puede caer en el pesimismo».

Ruiz Santolalla, también presidente de la patronal riojana del calzado y director de la empresa Arneplant, situada en Arnedo, ha recalcado que cada empresa tiene su casuística, busca su ámbito y su hueco para ser competitiva y esta política arancelaria de Estados Unidos afectará en mayor medida a las firmas españolas que comercializan con este país, que no le consta que sea el caso de La Rioja, donde se localiza uno de los centros neurálgicos del calzado español.

Según los datos del Instituto de Comercio Exterior (ICEX), las exportaciones españolas de calzado a Estados Unidos alcanzaron en 2024 los 211,3 millones de euros y 4 millones de pares con un crecimiento del 6,8 % en valor y una caída del 4,6 % en volumen respecto a 2023.

Pero, con independencia del mayor o menor impacto de esta política arancelaria en unas u otras empresas españolas de calzado, «la inestabilidad y el cambio tan repentino de las reglas de juego no beneficia» al sector del calzado y sus componentes, ha enfatizado este directivo de FICE, federación que junto a sus asociaciones aglutinan a más de 400 empresas que representan el 90 % de la producción, distribución y exportación de calzado en España.

«Lo ideal -ha asegurado- es que se hubiera producido una estabilidad en la política de comercio exterior de Estados Unidos para tener las reglas claras» tanto España como los países competidores.

 

El calzado de moda penaliza

A estos problemas derivados de la coyuntura económica, Ruiz Santolalla se ha referido también a otros problemas que aquejan a la industria del calzado, como los cambios en el patrón de consumo, que «están penalizando fundamentalmente al de la moda», ya que cada vez hay más producciones de tipo deportivo, que no se fabrican en España.

Y ello repercute en la industria del calzado de este país, que en su mayoría es manufacturera y que, además, se enfrenta a cada vez más cargas y costes laborales y fiscales, una complejidad en las reglamentaciones, una deslocalización de empresas y «un ambiente político, que no ayuda», entre otros factores.

Las ferias también han registrado un cierto decaimiento, ante el empuje de las nuevas tecnologías y las redes sociales, que han provocado un cambio en la forma de comprar ha explicado este empresario, quien también a destacado que el auge en la sostenibilidad del calzado.

Sin embargo, ha incidido en que no se puede generalizar a la hora de referirse al sector, ya que, por ejemplo, en La Rioja tiene bastante importancia la fabricación del calzado de seguridad y que, actualmente se enfrenta a otros condicionantes, ya que el Ejército le puede favorecer, pero, por contra, la penalización de la economía a sectores, como la automoción, le puede perjudicar.

 

Reinventarse, «tan fácil de decir y difícil de cumplir»

«Reinventarse», esa palabra «tan fácil de decir y difícil de cumplir», ha enfatizado, es llamamiento de FICE al sector, que emplea a unos 39.000 trabajadores.

También ha apelado al sector a que no pierda la movilidad y capacidad de adaptación a las nuevas tendencias de consumo, utilice las herramientas a su alcance e implemente tecnologías avanzadas para mantener la competitividad, a lo que ayudan los centros tecnológicos del calzado, como el situado en Arnedo, y fomenten el crecimiento sostenible.

En condiciones normales, y a pesar de los desafíos, no se puede caer en el pesimismo, y las previsiones del sector apuntan a un crecimiento moderado de las exportaciones y de las ventas nacionales, impulsado por la recuperación de la demanda interna y la apertura de nuevos mercados internacionales, ha concluido.

Pilar Mazo