La pelea por entrar en la universidad pública: casi 2 estudiantes compiten por cada plaza

Varios estudiantes aguardan el inicio de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) en la Universidad Complutense de Madrid este martes. EFE/ Juan Carlos Hidalgo

Ruth del Moral

Madrid, 5 jun (EFE).- Las universidades se preparan para recibir en las próximas semanas un aluvión de preinscripciones del alumnado que ha superado la PAU y al que le toca ahora competir para entrar en el grado deseado. Sin embargo, la oferta en la pública no da abasto, sobre todo en los estudios más demandados, y son casi dos alumnos los que compiten por cada plaza.

La tasa de preferencia, que es el porcentaje de plazas ofertadas en primer curso en un grado que se podrían cubrir con estudiantes que han elegido esa titulación en primera opción, se elevó al 193,4 % en el curso 2023-2024, según datos de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD).

Esto significa que, en promedio, hay casi dos alumnos compitiendo por cada plaza, y aunque este porcentaje ha disminuido respecto al curso anterior, se ha elevado casi 40 puntos desde hace cinco años.

Finalizadas las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) y conocidas las notas de corte del año pasado, muchos alumnos interesados en grados como Medicina, Informática o Matemáticas de las universidades públicas podrían acabar matriculándose en la privada ante la falta de plazas.

Una oferta que no ha crecido al ritmo de su demanda y que ha disparado sus notas de corte.

11 alumnos por cada plaza en Medicina

Según CYD en los ámbitos de la Salud y los servicios sociales hay 4,6 alumnos demandantes por plaza. En Medicina compiten casi 11 estudiantes por una plaza y en Enfermería cuatro por cada matrícula.

En Informática y en aquellos grados donde destaca la inteligencia artificial o la ingeniería multimedia y las aplicaciones, también compiten dos alumnos por plaza.

La ministra de Universidades, Diana Morant, critica la «infrafinanciación» a la que someten muchos gobiernos autonómicos a sus universidades y afirma que ello no permite ofrecer plazas suficientes.

Pero…¿cuál es el coste de crear plazas públicas?

La OCDE sitúa el coste de una plaza universitaria en entorno de los 9.000 euros por estudiante y año pero en España se destina cerca de 13.700 euros por estudiante.

En grados como el de Medicina el coste es mayor por las prácticas hospitalarias y porque es un grado asociado al número de plazas de especialización que ofrece el sistema sanitario.

Según un estudio de Funcas realizado por economistas del Banco de España, de la Universidad Autónoma de Madrid y de la Rey Juan Carlos a las instituciones de enseñanza superior les supone grandes inversiones en infraestructuras y en contratación de personal.

Además hay una burocracia que complica la puesta en marcha de nuevas titulaciones ya que requieren un proceso de verificación que puede durar hasta dos años.

Montserrat Álvarez, del gabinete técnico de la Fundación CYD, explica a EFE que en muchos casos también hay resistencia dentro de la comunidad universitaria porque reestructurar la oferta de los grados podría conllevar reducción de plazas en estudios menos demandados.

Por otra parte hay universidades que prefieren no ofertar más plazas y no bajar sus notas de corte porque consideran que esto les da «prestigio» y atrae a los mejores estudiantes.

Plazas con mayor y menor demanda

Medicina, Enfermería, Informática, Veterinaria, Deportes, Psicología, Matemáticas, Odontología o Ingeniería Biomédica y Farmacia son los grados con más demanda y falta de plazas, frente a los de menor tasa de preferencia y ocupación que son turismo y hostelería, lenguas, humanidades o periodismo.

Además en los últimos cinco años ha habido una disminución de plazas en grados de industria y construcción.

En el curso 2023-2024, las universidades públicas presenciales ofrecieron 245.956 plazas para 2.665 titulaciones.

Este número de plazas supone la mitad de las preinscripciones que hace el estudiantado, que rozan las 475.500, ya que ante la falta de oferta pública en su comunidad busca los mismos grados en otras autonomías y las solicitudes se multiplican.

El investigador de Funcas y profesor titular de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC) Ismael Sanz señala a EFE que se necesitarían 15.000 plazas públicas más cada año en las denominadas carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y lamenta que las administraciones no tengan en cuenta su inserción laboral.

«Las administraciones públicas no reaccionan a las necesidades laborales», recalca mientras Montserrat Álvarez recuerda la correlación entre el aumento de la demanda de titulaciones y los salarios. «Una titulación con un salario esperado un 10 % superior al de otra titulación tiende a recibir un 6 % más de preinscripciones».

Ambos expertos coinciden en que en la planificación de las plazas universitarias se deben tener en cuenta las cotizaciones de los egresados.

Revisar la financiación por universidad

«Esta revisión debería basarse en estudios específicos por titulaciones, niveles universitarios y regiones para determinar cuál es la dimensión y estructura de la oferta más adecuada», señala a EFE Álvarez mientras Sanz calcula en 135 millones la inversión en nuevas plazas STEM durante cuatro años y cree que es «asumible, teniendo en cuenta que la sociedad lo demanda y que esas personas van a tener salarios más elevados y aportarán a las arcas del Estado».