Nairobi, 7 jul (EFE).- La Policía keniana reprimió este lunes con gases lacrimógenos e impidió el avance de los manifestantes mediante cordones de seguridad cuando intentaban concentrarse en el centro de Nairobi para conmemorar el ‘Día de Saba Saba’ (Siete Siete, en suajili), que recuerda la lucha por la democracia multipartidista en el país, en protestas que también sacuden a otras ciudades de Kenia.

Las fuerzas de seguridad y los manifestantes se enfrentaron en una de las autopistas que conducen al centro de Nairobi, donde la tensión estalló al mediodía, después de que la Policía impidiera el paso de los grupos hacia el corazón de la capital, lo que desencadenó enfrentamientos, según medios locales.

Los agentes lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, que marchaba con banderas y megáfonos -muchos en motocicletas- y aseguraba que sólo pretendían conmemorar el 35 aniversario de esta fecha histórica de forma pacífica.
El ‘Día de Saba Saba’ remite al 7 de julio de 1990, cuando miles de activistas pro democracia salieron a las calles para exigir el retorno al multipartidismo durante la presidencia de Daniel Arap Moi (1978-2002).
Desde primera hora, las autoridades instalaron controles y cercos policiales en las principales vías de acceso al centro, permitiendo solo el paso de vehículos oficiales y de emergencia, y desplegaron un fuerte operativo antidisturbios con registros minuciosos a peatones y automóviles.
También acordonaron las carreteras que conducen a instalaciones clave del Gobierno, como la State House -sede de la Presidencia- y el Parlamento, ambas protegidas con alambre de espino.
Avanzada la mañana, la Policía también bloqueó el acceso peatonal al centro, tras detectar que algunos grupos lograron entrar y comenzaron a corear consignas contra el Gobierno, lo que motivó el cierre de los pocos comercios abiertos y la expulsión de transeúntes, quedando únicamente vigilantes de seguridad en la zona.
En localidades aledañas a Nairobi también hubo disturbios, como en Kitengela, donde podría haber muerto un hombre por impacto de bala, según medios locales; Kiserian, Kahawa, Kiambu, Ngong y otras zonas satélite, donde la Policía dispersó con gases a manifestantes que levantaron barricadas con piedras, ramas y hogueras.
La tensión también se vive en otras ciudades como Mombasa (sureste), la segunda más grande del país, donde los manifestantes denunciaron que las fuerzas del orden les prohibieron protestar de manera pacífica.
En Eldoret (oeste), se registró la detención de 35 jóvenes acusados de bloquear la autopista principal y el despliegue de refuerzos policiales para evitar nuevos disturbios.
En Nyeri (centro), al menos tres periodistas que cubrían las protestas fueron agredidos por individuos violentos que, además, dañaron sus equipos, informó el diario keniano The Nation.
La convocatoria de este año, impulsada en gran parte a través de redes sociales, tiene lugar en medio de creciente tensión tras la represión policial de las últimas manifestaciones, que, según denuncias de organizaciones civiles, fueron infiltradas por individuos no identificados presuntamente contratados por las autoridades para provocar caos y violencia.
Las protestas más recientes se celebraron este 25 de junio, cuando miles de personas salieron a las calles en varias ciudades del país para conmemorar el primer aniversario de las movilizaciones masivas desarrolladas entre junio y agosto de 2024 contra los aumentos fiscales, que desembocaron en el asalto al Parlamento y causaron al menos sesenta muertos por represión policial.
Este año, los jóvenes manifestantes, que han encabezado las movilizaciones, exigieron también reformas económicas y la dimisión del presidente keniano, William Ruto.
Además, reclamaron responsabilidades al Gobierno por la brutalidad policial y los asesinatos extrajudiciales, como el reciente caso del maestro y bloguero Albert Ojwang, cuya muerte bajo custodia policial en junio desató nuevas protestas.
Sin embargo, al igual que en 2024, estas manifestaciones fueron duramente reprimidas y causaron 19 muertos y 531 heridos, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia (KNCHR).