São Paulo, 20 ago (EFE).- El expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue denunciado por la Policía Federal por supuestamente «coaccionar» a la Corte Suprema para intentar obstruir el juicio que enfrenta por intento de golpe de Estado, informaron este miércoles fuentes oficiales.
Las autoridades también presentaron cargos por el mismo motivo contra el diputado Eduardo Bolsonaro, uno de los hijos del exmandatario y quien se encuentra en Estados Unidos desde marzo pidiendo sanciones al Gobierno de Donald Trump para ayudar judicialmente a su padre.
El juez del Supremo Alexandre de Moraes, instructor del proceso, dio además un plazo de 48 horas a la defensa del ex jefe de Estado, actualmente en prisión domiciliaria, para que explique el hallazgo en uno de sus celulares de un documento con un pedido de asilo al Gobierno argentino de Javier Milei.
El magistrado sumó hoy un nuevo investigado al caso: el pastor evangélico Silas Malafaia, íntimo colaborador del líder ultraderechista y quien fue objeto de medidas cautelares este miércoles al desembarcar en Río de Janeiro de un vuelo procedente de Lisboa.
Al concluir sus indagaciones, la Policía denunció a Bolsonaro y a su hijo por los delitos de «coacción» y «tentativa de abolición del Estado democrático de derecho mediante la restricción al ejercicio de los poderes constitucionales», según informó en una nota.
El futuro del expresidente se complica en vísperas de que el Supremo dicte sentencia en el juicio en el que se le acusa de «liderar» una trama para mantenerse en el poder tras perder las elecciones de 2022 ante el progresista Luiz Inácio Lula da Silva.
Ese pleito comenzará el próximo 2 de septiembre. Bolsonaro se enfrenta a una posible pena de hasta 40 años de prisión.
En ese marco, la Policía abrió una pieza separada ante los indicios de que Bolsonaro y su hijo Eduardo realizaron acciones «claras y expresas» para intentar tumultuar el proceso por golpismo, según los autos divulgados por el Supremo.
Para ello encontraron como aliado al Gobierno de Trump, quien impuso aranceles del 50 % sobre las importaciones brasileñas y sanciones contra varios jueces del Supremo en respuesta a una presunta «caza de brujas» contra Bolsonaro.
De Moraes consideró esas maniobras un intento de obstrucción a la Justicia y ya el mes pasado impuso medidas cautelares a Bolsonaro, que posteriormente elevó a prisión domiciliaria al observar el incumplimiento de las mismas.
En esa presunta trama el juez incluye ahora a Malafaia, que cuenta con millones de seguidores en sus redes sociales y quien ha promovido protestas en defensa de una amnistía para Bolsonaro y el resto de acusados.
La Policía recogió en sus conclusiones «extensos intercambios de mensajes entre Malafaia y Bolsonaro», ocurridos precisamente tras el anuncio, en julio pasado, de los aranceles por parte de EE.UU..
Según las autoridades, esos mensajes «demostrarían la articulación de una campaña para vincular el fin de las sanciones» de Trump «a la concesión de amnistía a las personas involucradas» en el complot golpista.
Mientras, desde EE.UU., Eduardo Bolsonaro se ha ufanado en sus redes sociales de reunirse con representantes de la Casa Blanca en busca de sanciones contra su país con el objetivo de presionar al Supremo para que archivara el juicio contra su padre.
Este miércoles, el legislador calificó de «lamentable y vergonzosa» la actuación de la Policía, cuyo objetivo -aseguró- es «causar daño político».
«Mis acciones en Estados Unidos nunca tuvieron la intención de interferir en ningún proceso en curso en Brasil. Siempre he dejado claro que mi llamado es a la restauración de las libertades individuales en el país, mediante el proceso legislativo, con especial atención al proyecto de ley de amnistía», afirmó en X.
Bolsonaro planeó pedir asilo a Argentina
En el marco de las investigaciones, la Policía también encontró, en uno de los celulares confiscados a Bolsonaro, un documento sin fecha en el que el líder ultraderechista solicita asilo al Gobierno de Milei.
El texto, de 33 páginas, sin fecha ni firma, pero dirigido al mandatario argentino, estaba en el teléfono de Bolsonaro desde 2024, cuando fue objeto de las primeras diligencias por el caso de golpismo.
Según las autoridades, los elementos encontrados indican que Bolsonaro «tenía en su poder un documento que posibilitaría su evasión de Brasil hacia la República Argentina, especialmente tras el inicio de la investigación».
En el documento, el expresidente alega que en su país es «perseguido por motivos y por delitos esencialmente políticos» y que ha sido objeto de medidas cautelares desde entonces.
Los agentes sospechan además que el autor del archivo con el pedido de asilo sería la esposa del senador Flavio Bolsonaro, otro de los hijos del exgobernante.