São Paulo, 12 jun (EFE).- La popularidad del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se mantiene en uno de los niveles más bajos de sus tres mandatos al frente del país, según una encuesta publicada este jueves.
Un 40 % de los encuestados considera malo o pésimo el Gobierno de Lula, frente al 28 % que lo aprueba y al 31 % que lo tacha de regular, reveló el Instituto Datafolha, uno de los centros de referencia para estudios de opinión.
Estas cifran, con un margen de error de dos puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo, apuntan a un deterioro de la popularidad del mandatario respecto a la encuesta de inicios de abril, cuando un 38 % suspendía a Lula y un 29 % lo aprobaba.
Antes, a principios de febrero, la reprobación tocó techo con un 41 %, pero esta cayó levemente en medio de un esfuerzo del Ejecutivo por mejorar su forma de comunicarse con los ciudadanos.
En esa época, Lula nombró a un nuevo secretario de Comunicación Social, Sidônio Palmeira, un publicista con una larga trayectoria en campañas electorales.
El sondeo publicado hoy muestra que, por ahora, los cambios en ese rubro han tenido un efecto limitado sobre la opinión pública.
Recientemente, la imagen del Gobierno encajó otro golpe, con la revelación de una investigación policial sobre desvíos millonarios en el Instituto Nacional del Seguro Social que empezaron en la anterior Administración y continuaron en la actual.
Además, el Ejecutivo ha anunciado subidas de impuestos que luego se ha visto obligado a modificar ante el rechazo del Congreso y de los mercados financieros.
A poco menos de año y medio de las próximas elecciones, previstas para octubre de 2026, el mandatario de 79 años, quien ya gobernó entre 2003 y 2010, todavía no ha aclarado si será candidato y ha supeditado esa decisión a su estado de salud.
Por otro lado, su principal rival político, el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, está inhabilitado hasta 2030 y se enfrenta a una posible condena por liderar un intento de golpe de estado para mantenerse en el poder, tras caer derrotado en las elecciones de 2022.