Madrid, 22 sep (EFE).- La preocupación por cómo viven y piensan los cinco millones de adolescentes que crecen en España se ha plasmado en recientes informes, encuestas, proyectos de ley y series de televisión. ¿Por qué hemos puesto el foco en esta complicada y cambiante etapa vital?.
La serie británica ‘Adolescencia’ (Netflix) se convirtió en un fenómeno global de gran impacto el pasado mes de marzo, al relatar con gran realismo la historia de un niño de 13 años acusado de asesinar a cuchilladas a una compañera de su colegio, y analizando cómo internet impulsa la violencia, el acoso escolar o la misoginia entre los adolescentes.
‘Pubertat’ es el nuevo proyecto de Leticia Dolera, una serie que se estrena el día 24 de septiembre (HBO Max) y cuenta cómo irrumpe en una comunidad rural de Tarragona la denuncia en redes sociales de una agresión sexual, perpetrada por tres adolescentes contra otra menor, poniendo de relieve a unos adultos tan confundidos como sus hijos.
Estas producciones son simultáneas a la ola social e institucional que viene reclamando la protección de los menores en el ámbito digital, que se materializó en la presentación de un proyecto de ley orgánica que está ahora en trámite parlamentario, impulsado por varios ministerios del Gobierno de Pedro Sánchez.
La última Memoria de la Fiscalía General del Estado y el informe ‘Así somos. El estado de la adolescencia en España’ elaborado por la organización Plan Internacional a partir de más de 3.500 reveladoras entrevistas son también recientes ejemplos de cómo la sociedad ha vuelto la mirada a los más jóvenes.
Y esta preocupación emerge, entre otras razones, por la «alarmante espiral» de crecimiento de las «conductas sexuales virulentas» que se viene registrando desde 2017.
Así lo subraya, un año más, la Memoria de la Fiscalía General del Estado, publicada el pasado día 5, y que destaca la carencia de una adecuada relación afectivosexual, el consumo de alcohol y otras sustancias y el acceso temprano a la pornografía como algunas de las razones que explican esta situación.
En 2024 fueron 3.283 las causas por delitos contra la libertad sexual perpetrados por menores que fueron incoadas por el ministerio fiscal, frente a las 3.185 de 2023 y las 2.947 de 2022.
«Un peligro muy importante es que internet se convierta en docente y consultorio sobre sexualidad para la infancia y la juventud», advierte la memoria.
En esta circunstancia es determinante cómo los menores han integrado las redes sociales y la Inteligencia Artificial (IA) en su vida cotidiana, según revela el estudio de Plan Internacional: «la adolescencia actual transita sobre escenarios complejos derivados de la total digitalización y la inmediatez como puntos de gravitación de su vida diaria».
En dicha encuesta, el 68 % de las chicas y el 63 % de los chicos explican que en el último mes utilizaron las redes para ver vídeos, memes o contenido viral; así como para comunicarse con sus amistades (el 67 % y el 58 %).
De hecho, muchos de los encuestados — sobre todo ellos (71 %)— consideran que hoy en día la tecnología ejerce una mayor influencia que la política en el rumbo de la sociedad, una opinión relacionada con que más del 77 % de los encuestados siente que sus opiniones no son tomadas en cuenta por los gobernantes.
Ante las preguntas directas sobre las agresiones, el estudio revela que el 14 % de las adolescentes afirma haber vivido acoso o violencia sexual -un 9 % a través de redes sociales o IA-, un porcentaje que desciende en el caso de ellos, con un 6 y 8 por ciento respectivamente.
Pero sus respuestas manifiestan que son conscientes de la violencia sexual, pues más del ochenta por ciento considera que sabría reconocer una agresión. EFE
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