Madrid, 4 ago (EFE).- Felipe VI preside este viernes el acto de apertura del año judicial con todas las miradas puestas en el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, cuya presencia rechaza un sector de la judicatura, que prevé un clima aún más tenso tras las recientes críticas de Pedro Sánchez a algunos jueces.
No obstante, este mismo jueves García Ortiz se reunirá con el presidente del Gobierno en el Palacio de la Moncloa para entregarle la Memoria Anual de la Fiscalía, un acto que tendrá lugar por la tarde y que se produce horas antes de la apertura oficial del año judicial.
Como en las últimas ocasiones, el acto más significativo del año en los tribunales españoles no estará exento de polémica, esta vez con dos focos: lo que diga el fiscal general del Estado en el Supremo, donde previsiblemente será juzgado en los próximos meses, y lo que diga la presidenta del Consejo General del Poder Judicial, Isabel Perelló, en defensa de la independencia judicial.
Todo ello en un acto solemne y estrictamente protocolario que se celebra en el Salón de Plenos del Tribunal Supremo, escenario que puede oficiar en los próximos meses la previsible vista oral contra García Ortiz por revelación de secretos por las filtraciones relacionadas con el caso de la pareja de Isabel Diaz Ayuso por fraude fiscal, una decisión que se da por hecha. Las acusaciones piden hasta seis años de prisión.
Con este mar de fondo, jueces y fiscales de distintas sensibilidades consultados por EFE reconocen que «la situación no va a ser cómoda», pero discrepan a la hora de abordar ya no solo su presencia sino cómo actuar cuando pronuncie su discurso.
Mucho ruido y debate en la judicatura por la presencia del fiscal general
Hay un sector relevante en la judicatura que censura su presencia. «Un imputado no puede dirigir un discurso a los magistrados que le van a juzgar, máxime exponiendo el trabajo de la fiscalía», afirma un magistrado, que admite que «existe un debate sobre qué hacer».
Así, los más reacios se plantean no ir, otros no descartan algún tipo de protesta como levantarse y ausentarse durante su discurso, mientras un tercer bloque crítico, ampliamente mayoritario, descarta cualquier boicot, principalmente por respeto institucional al rey y a la presidenta del Poder Judicial, Isabel Perelló, pues «sería una ofensa a ambos». «Si viene, tenemos que tragar», dice otro juez.
«No comparto lo de ausentarse. Es un acto en el Supremo que preside el rey y la presidenta del TS y es a ellos a los que rinden consideración los asistentes», expone otro magistrado, más allá de que la presencia de García ortiz sea «inconveniente».
Otra fuente lo resume así: «Acudir el viernes es un desprecio a la Justicia como poder y nos arrastra a todos a la indeseable alternativa de ausentarnos evidenciando nuestro rechazo, y/o dejar solo y desairado al rey. Solo por eso iré».
En el medio, otros jueces y fiscales rechazan cualquier desprecio porque consideran que prevalecen dos variables, estas son, «su presunción de inocencia» y «su condición de que sigue siendo el fiscal general del Estado».
Un tercer grupo evita hablar sobre esta cuestión señalando que «la decisión sobre asistir o no asistir solo depende de él»; y, por último, hay otras voces que respaldan abiertamente su postura y apuntan «al daño que están haciendo otros a la institución.»
Aunque el discurso del fiscal general se centra en presentar la Memoria de la Fiscalía, se examinará con lupa lo que tenga que decir.
Quien ha confirmado que no asistirá es el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, por un «compromiso previamente adquirido»: acompañar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a la inauguración del curso político del PP de Madrid.
Las críticas de Sánchez tensan aun más el año judicial
Ahora bien, lo que no se espera es que el instructor Ángel Hurtado dicte el auto de apertura del juicio oral antes del viernes, lo que podría añadir todavía más tensión a un acto que tampoco se prevé templado por las recientes declaraciones de Pedro Sánchez.
En una entrevista en TVE, Sánchez dijo que «hay jueces haciendo política y políticos que tratan de hacer justicia», en referencia a las causas judiciales que afectan a familiares suyos.
Unas declaraciones que han molestado no solo a tres de las cuatro asociaciones de jueces, sino a la oposición e, incluso, a algunas acusaciones populares personadas en esas causas que rechaza el presidente, las cuales han pedido formalmente al Poder Judicial que responda y ampare a los jueces que investigan a sus familiares.
En el acto intervendrá la presidenta del Poder Judicial, de la que se espera que haga una defensa férrea de la independencia judicial, sin alusiones, como es habitual en ella.
Porque aunque se desconoce lo que dirá Perelló, sí que tiene por costumbre responder a las críticas de la clase política exigiendo respeto a los jueces y a la labor judicial, algo que en los últimos meses ha sucedido en varias ocasiones. Ahora, está por ver cómo calibra la presidenta esta cuestión en el foro más importante del año, pues las últimas críticas provienen del jefe del Ejecutivo.
Rafael Martínez