La Presidencia polaca impulsó las inversiones en Defensa y la competitividad global de la UE

Cracovia (Polonia), 30 jun (EFE).- La nueva realidad geopolítica ha condicionado la agenda de la Presidencia rotatoria de Polonia en el Consejo de la Unión Europea que toca a su fin este lunes, con decisiones que han puesto la economía al servicio de la seguridad en forma de créditos por valor de 150.000 millones de euros y una mayor permisividad con el endeudamiento público para invertir en Defensa.

La «movilización plena» que el primer ministro Donald Tusk dice haber impuesto a sus socios europeos se ha traducido en una reorientación de recursos financieros e industriales al área de la Defensa y en supeditar todas las decisiones estratégicas a un objetivo: la seguridad en todas sus formas, desde el equipamiento militar hasta la autosuficiencia energética.

El hecho más destacado en el semestre polaco ha sido la aprobación del programa SAFE, que prevé adjudicar 150.000 millones de euros en préstamos a bajo interés para inversiones en Defensa en cuestión de días, con una rapidez que fue elogiada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Este instrumento, junto con el mecanismo EDIP para la cooperación militar entre Estados miembros, que cuenta con un presupuesto de 1.500 millones de euros, subraya la importancia que la Defensa tiene para Polonia, una idea que Varsovia ha conseguido inocular en Europa.

El Banco Europeo de Inversiones (BEI), que ya prestó ayuda a Polonia en la financiación de algunos proyectos de Defensa, ha sido invitado a participar en los planes para ampliar la industria de armamento.

Además de gastar más, se presionó a la Comisión Europea para que se pospongan los objetivos climáticos de 2030 para 2040, para dar tiempo al sector industrial polaco a modernizarse y disminuir su dependencia del carbón, que aporta dos tercios del mix energético.

 

Menos burocracia, más competitividad

Bajo la Presidencia polaca se aprobaron 37 actos legislativos, gran parte de los cuales se referían a la «desregulación y simplificación», de las regulaciones europeas, en palabras de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.

El objetivo es simplificar los marcos legales y administrativos para las adquisiciones públicas y agilizar la cooperación de las industrias de Defensa con otros sectores.

Este afán desregulatorio ha trascendido a la política económica que Donald Tusk aplica en su propio país, y que ha cristalizado en un programa de 120 puntos elaborado junto a un grupo de empresarios para eliminar diversos trámites y autorizaciones.

Varsovia propuso además durante su Presidencia la creación de un Fondo de Competitividad de la UE, que estaría financiado mediante deuda comunitaria, al estilo del Fondo de Recuperación.

En el frente comercial, Polonia sacó adelante el décimo sexto y el décimo séptimo paquete de sanciones contra Rusia y Bielorrusia, impuso nuevos aranceles a sus productos y el embargo total a los fertilizantes de esos países.

Polonia rechazó, por otro lado, la aprobación del acuerdo con Mercosur y abogó por subvencionar a los productores agrícolas europeos, también con la flexibilización de las exigencias del Pacto Verde.

 

Mercado interior único

También en el ámbito digital Polonia impulsó la digitalización del espacio económico europeo, especialmente en servicios y mercados de capitales, para por un lado lograr que Europa recupere terreno frente a potencias como China y Estados Unidos en inteligencia artificial y empresas tecnológicas, y por otro potenciar la industria y el comercio.

Reforzar el Mercado Único fue uno de los objetivos prioritarios de Polonia, con la vista puesta en la libre circulación de capitales y la simplificación de las leyes sobre servicios financieros y la reforma de la Unión Aduanera.

En el Single Market Forum celebrado en Cracovia, el ministro de Desarrollo, Krzysztof Paszyk, subrayó la importancia de un Mercado Único bien gestionado para la competitividad europea y analizó los efectos del proteccionismo nacional.

Las conclusiones de este foro servirán para la nueva Estrategia del Mercado Único que la Comisión Europea presentará en junio de 2025, con aportaciones directas de la Presidencia polaca.