La presidenta de Perú afirma que no dimitirá ante protestas que exigen su salida

La presidenta de Perú, Dina Boluarte, en una foto de archivo. EFE/EPA/SARAH YENESEL

Lima, 29 sep (EFE).- La presidenta de Perú, Dina Boluarte, afirmó este lunes que no contempla renunciar frente a las protestas de la llamada ‘Generación Z’, acontecidas durante los dos últimos fines de semana en la capital Lima contra el Gobierno y el Congreso, así como contra la corrupción y la inseguridad ciudadana.

«No voy a renunciar por que (lo piden) algunas voces que están acostumbradas a vivir en la anarquía, el desorden, la violencia y aquella cultura de odio que no abrazamos la mayoría de los peruanos», dijo Boluarte durante su intervención en un acto público en Lima.

Las manifestaciones de la ‘Generación Z’ se congregaron en los últimos dos fines de semana en el centro de Lima para intentar llegar al Congreso, donde un grupo de fuerzas conservadoras ha sostenido a Boluarte en el poder, pero fueron fuertemente reprimidas por la Policía, que incluso agredió a numerosos periodistas que estaban reportando sobre la movilización.

En el último fin de semana se registraron 24 personas heridas, entre ellas dos periodistas y un anciano; y al menos 6 detenidos, incluido un adolescente de 14 años, de acuerdo con un reporte de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH).

La mandataria, la más impopular de Latinoamérica al registrar apenas un 3 % de aprobación entre los peruanos según varias encuestas, aseveró haber afianzado la democracia tras asumir la Presidencia luego del encarcelamiento del expresidente Pedro Castillo (2021-2022), de la que era vicepresidenta, tras su fallido golpe de Estado del 7 de diciembre de 2022.

Boluarte tiene varias investigaciones abiertas en la Fiscalía, entre ellas por la muerte de alrededor de 50 personas presuntamente a manos de la Policía y de las Fuerzas Armadas durante la ola de protestas sucedidas entre diciembre de 2022 y marzo de 2023 que reclamaban la restitución de Castillo o nuevas elecciones.

«El próximo año ya llegan las elecciones el 12 de abril (de 2026). Ahora que hemos aprendido a vivir en democracia, en una paz y en un diálogo sincero, ese abrazo entre hermanos el Perú crece. Miremos a quiénes elegimos», dijo la gobernante, quien exhortó a que «no demos un salto al vacío, demos un salto al progreso para seguir abrazándonos como compatriotas».

La jefa de Estado señaló que «si aquellos pequeños líderes que creen que generando disturbios, violencia, odio y un mundo anárquico van a cambiar la historia del Perú, (están equivocados)».

«Estamos viendo otros países que han generado lo mismo. Son gestiones de gobierno fracasadas. ¿Y quiénes pagan el pato como decimos criollamente? Los ciudadanos, las niñas, los adolescentes… madres y padres», apuntó la presidenta al recordar las restricciones económicas de la hiperinflación de la segunda mitad de los años 80.

«El camino no ha sido fácil. En el camino hemos encontrado espinas, piedras y rocas, pero no nos han amilanado en nuestro compromiso de trabajar por nuestros compatriotas y nuestra meta es dejar un país distinto al que hemos recibido: un país confiable para las inversiones y con esperanza para el desarrollo que estamos mirando y donde se alcance la justicia social», concluyó.