Madrid, 5 sep (EFE).- La presidenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Isabel Perelló, ha rechazado las «inoportunas» e «insistentes descalificaciones» a la justicia por parte de otros poderes públicos, y ha censurado que se intente atribuir a los jueces «intenciones u objetivos» contrarios a los principios que rigen su actuación.
«Los jueces y magistrados no obedecemos órdenes ni instrucciones de nadie en el ejercicio de nuestra función», ha subrayado Perelló durante el acto de apertura del año judicial, presidido por Felipe VI este viernes en el Tribunal Supremo.
Días después de las críticas efectuadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a algunos jueces, la presidenta del CGPJ ha lanzado una defensa a la independencia judicial, que no es -ha recalcado- «un privilegio de los jueces sino una garantía de los ciudadanos», y que no significa «libre arbitrio» pues los jueces están sometidos a la ley.
Según la ley, ha añadido, «todos están obligados a respetar la independencia de jueces y magistrados». Ese respeto, ha subrayado, exige «que no se nos presione, que no se nos condicione, que no se erosione la credibilidad de los tribunales con juicios de oportunidad política o de cualquier otro tipo».
En presencia del ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, Perelló ha señalado que «no es propio del Poder Judicial entrar en polémicas ni en críticas a personas ni a instituciones», y ha apuntado que «cada cargo público es responsable de sus actos».
Ahora bien, ha dejado claro que defenderán «con firmeza los principios esenciales» del Poder Judicial y ha recordado que esas «descalificaciones» a la justicia socavan la confianza de los ciudadanos, tratan de «influir negativamente» en la consideración de los jueces y son «impropias de un Estado de derecho».
A su juicio, la sociedad «no merece» que los poderes públicos entren en «reproches mutuos», sino que las instituciones funcionen con normalidad y actúen al servicio de los ciudadanos, y con respeto y lealtad a las otras. «Y así lo hará el Poder Judicial», ha dicho.
Ha recordado a su vez que todos los poderes del Estado deben preservar la confianza en la justicia, y ha asegurado que, «a pesar de las descalificaciones», el Poder Judicial «no va a desviarse de su camino de rectitud y honestidad».
«Nuestra función es resolver los conflictos que se dan en la sociedad, no contribuir a alimentarlos», ha enfatizado, al tiempo que ha garantizado que los jueces seguirán actuando con «independencia, rigor y vocación de servicio».
«Alarmante» falta de jueces

Tras elogiar la labor del CGPJ en su primer año de andadura, en el que ha cumplido el «primer desafío» de cubrir las numerosas vacantes en plazas judiciales (161 nombramientos, más de una treintena en el Supremo), Isabel Perelló ha mostrado su preocupación por la «alarmante» falta de jueces en España.
No obstante, ha advertido de que el incremento de la planta judicial «no puede hacerse en detrimento de la calidad de la formación» y que las reformas en el sistema de selección que puedan plantearse en el futuro deben respetar siempre los principios de publicidad, objetividad, conocimiento exhaustivo del Derecho, y transparencia.
Por ello, ha reclamado diálogo institucional y la participación del CGPJ en las reformas en trámite, impulsadas por el Ministerio de Justicia, que afectan a la carrera judicial y «generan legítima preocupación en la judicatura», y ha subrayado que la solución a esa falta de jueces no puede «quedar supeditada al incierto devenir de determinadas iniciativas legislativas».
La presidenta del CGPJ también ha pedido medidas para evitar dilaciones en la justicia y se ha reafirmado en su compromiso con la igualdad.
Perelló ha recibido el aplauso de un grupo de magistrados y fiscales conservadores, algo inusual en este acto protocolario, en el que minutos antes también ha sido aplaudido por algunos jueces y fiscales el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, cuya presencia ha sido muy cuestionada por un amplio sector de la judicatura por estar procesado.