La primera plana del fútbol portugués y Liverpool se despiden con gran dolor de Diogo Jota

Los jugadores del Liverpool Virgil van Dijk (c) y Andrew Robertson (d) llevan ofrendas florales en el funeral del jugador de fútbol portugués Diogo Jota y su hermano Andre Silva, en Gondomar, Portugal, este sábado. EFE/Estela Silva

Gondomar (Portugal), 5 jul (EFE).- La primera plana del fútbol portugués y del Liverpool dieron el último adiós este sábado al que fuera jugador del equipo británico Diogo Jota y a su hermano André en el funeral celebrado en Gondomar, en la periferia de Oporto, en el norte de Portugal, donde ambos crecieron.

A la Iglesia Matriz de Gondomar, en la que tuvieron lugar las exequias, asistieron el seleccionador de Portugal, el español Roberto Martínez, que viajó la pasada madrugada desde EE.UU. donde está siguiendo el Mundial de Clubes; el presidente de la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF), Pedro Proença; y antiguos compañeros del equipo nacional, como Bernardo Silva, João Moutinho, Rúben Dias, João Félix o Rui Patrício.

También desde EE.UU. voló su colega de la selección Rúben Neves, jugador del Al Hilal saudí, que se montó en el avión de camino al país ibérico, después de ser eliminado ayer en el Mundial de Clubes por el Fluminense brasileño.

Futbolistas y equipo técnico del Liverpool llegaron portando dos camisetas de flores con el número 20, de Diogo Jota, y el 30, de André Silva, que jugaba en el Penafiel luso. El defensa Virgil van Dijk portaba la del 20, mientras que la de André Silva la llevaba el centrocampista Jordan Henderson.

Asistieron al funeral, además, otros compañeros y excompañeros de Diogo Jota como Tiago Alcántara, Fabinho, Ricardo Carvalho y Nelson Semedo, y el que fuera su agente, Jorge Mendes, además del presidente del Oporto, André-Vilas Boas, en cuyo club jugó el delantero.

Tras la entrada de los invitados, los dos féretros fueron sacados de la Capilla de la Resurrección, justo detrás de la iglesia, para ser llevados al interior del templo, escoltados por jugadores, amigos y los familiares rotos de dolor.

Las exequias fueron oficiadas por el obispo de Oporto, Manuel Linda, y pese a que la ceremonia fue privada, se colocaron altavoces en el exterior para que la prensa y los numerosos vecinos de Gondomar que se acercaron para apoyar a la familia, muy conocida en el pueblo, pudieran oír la homilía.

Linda dirigió un mensaje a los tres hijos menores que deja Diogo Jota: «Queridos Dinis, Mafalda y Duarte, hijos que no están aquí, en este momento sufrís inmensamente o tal vez no, porque no entendéis».

«Voy a rezar mucho por vosotros, quien sufre mucho es vuestra madre y vuestros abuelos. Ver los restos mortales de un hijo debe de ser un tormento mayor, y más cuando son dos sarcófagos», dijo el obispo.

«Es difícil ver a un adulto llorar, pero más difícil es ver a un niño. Os envío un saludo especial a través de vuestra madre y abuelos. Estoy con vosotros, pero Jesús está también con vosotros», remarcó.

Se da la circunstancia de que el jugador se había casado con su pareja desde hacía 13 años, Rute Cardoso, el pasado 22 de junio, con la que tenía tres hijos menores de edad, de cuatro y dos años, y la pequeña de ocho meses.

Al finalizar la misa, el cortejo fúnebre salió de la iglesia para ir al vecino cementerio donde los dos hermanos fueron enterrados. A la salida del recinto, futbolistas, técnicos, parientes y amigos fueron abandonando el lugar con caras de desconsuelo y muy afectados.

Diogo Jota, de 28 años, y su hermano André, de 25, fallecieron en la madrugada del jueves en un accidente de tráfico en la A52, en Cernadilla (Zamora, España).

El delantero, formado en los clubes lusos del Gondomar y Paços de Ferreira, fue jugador del Atlético de Madrid en 2016 y posteriormente jugó cedido en el FC Porto hasta 2018, cuando pasó a la liga inglesa. Desde 2020 era futbolista del Liverpool.

Su hermano André Felipe Silva también era futbolista y jugaba en el Penafiel, un equipo de la segunda división portuguesa. EFE

Susana Samhan