La radio, más escuchada que nunca, y clave en los momentos críticos

Una mujer escucha la radio durante el apagón en el suministro eléctrico, este lunes. EFE/ Blanca Millez

Belén Escudero

Madrid, 29 (EFE).- La radio se escucha más que nunca, como apuntan desde hace tiempo las cifras, pero este lunes ha sido clave para que los españoles estuvieran informados del apagón eléctrico generalizado en España, y especialmente ha dejado mella en los más jóvenes que no conocían casi de la existencia del transistor a pilas.

El apagón llevo a miles de personas a buscar el transistor que tenían guardado en un cajón y unas pilas de las llamadas ‘gordas’ o a lanzarse a la ferretería o el bazar más cercano para intentar comprarlo y poderse enganchar a una señal de radio.

Y a algunos les costó más de la cuenta porque conseguir un aparato de este tipo se puso en algunos casos a precio de oro y haber esperado a que le tocará el turno después de una cola importante en el bazar tras haber visitado varios.

Los transistores y las pilas en el kit de supervivencia

Una familia cena ayer al sur de Lugo, sin luz, solo con velas y una radio. EFE/EliseoTrigo

«Al final la radio a través de la FM sigue siendo el sistema de comunicación por excelencia en momentos de crisis», según señala a EFE Jordí Catalá, el presidente de la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), que realiza el Estudio General de Medios (EGM).

Y ¿por qué?. La respuesta es clara, según explica: porque la emisión se hace desde una emisora o desde una cadena, que tiene muchos sistemas electrógenos para poder emitir, incluso cuando no hay electricidad.

Esa emisión va a parar a unos repetidores que están repartidos por toda España y que también tienen sus sistemas electrógenos propios para aguantar muchas horas, con lo que esa señal que se emite desde una determinada emisora acaba recibiéndose por toda España en cualquiera de los receptores de FM que se puedan tener.

Por eso, considera que los transistores y las pilas son dos elementos que, como se anunció hace unas semanas desde la UE, «tienen que estar sí o sí en esos kits de supervivencia porque la población necesita estar informada».

Y «la radio -prosigue- es la única manera que existe en esos momentos de tener informada a la población porque todo lo demás necesita de electricidad».

Muchos de los más jóvenes conocieron este lunes de la existencia del transistor porque no les ha hecho falta y porque ellos cuentan con un aparato que, cuando todo va bien, lo suple todo. Con el móvil hacen todo, pero cuando no es así «hay que volver a lo de antes», al transistor, apunta.

Catalá cree que es un buen momento para abrir el debate sobre si los teléfonos móviles deben llevar incorporado un receptor de FM porque cuando se puso en marcha la telefonía móvil los aparatos llevaban un receptor de FM y se podía escuchar la radio a través de la FM. Eran los tiempos de los SMS en lo que para enviar un mensaje tenías que apretar varias teclas, según recuerda Catalá.

Defiende la incorporación de estos receptores porque en un momento de emergencia, «todo el mundo los necesita porque la televisión no llega, la radio sí».

La audiencia, por las nubes

Imagen de una mesa con fruta para la cena, una radio y una vela durante el apagón de este lunes. EFE/Toni Albir

Que la radio está en su época dorada lo corroboran los datos del EGM: en la última ola de este año el número de oyentes de radio de lunes a domingo es de 23.439.000 oyentes diarios y sube a los 24 millones si se tienen en cuenta solo de lunes a viernes.

La radio generalista registra 12.846.000 oyentes diarios y la temática 13.501.000, y la media de consumo cada día es de 87 minutos.

La que más se escucha es la cadena SER, donde este lunes, como en el resto de las emisoras, se cayó la alimentación eléctrica sobre las 12.30 horas. Sus técnicos, como las otras radios como RNE, la COPE u Onda Cero, comprobaron entonces sus sistemas de emergencia.

Al principio pensaban que era un corte de los que ocurren de vez en cuando, pero la preocupación llego cuando se supo que era generalizado porque «eso no se repone tan fácilmente», como señala a EFE Augusto Milina, jefe técnico de la Ser.

Las grandes emisoras de radio cuentan con alimentaciones de red eléctrica diferenciadas, soportadas por grupos electrógenos de emergencia y varias UPS que mantienen la emisión sin interrupción.

La cadena mantuvo la emisión por grupos electrógenos de soporte que consumen gasoil. Los tuvieron que repostar y para ello recorrerse Madrid para buscar gasolineras con surtidores en funcionamiento.

Así pudieron aguantar, como muchas otras radios, hasta las 23:30 horas, cuando ya volvió la luz a su sede central.