La Rapa das Bestas vuelve a Campo do Oso (Lugo) con un nuevo escenario

Vuelve la Rapa das Bestas de Campo do Oso en Mondoñedo (Lugo) este domingo, un espectáculo en el que se identifica y desparasita a los caballos que se crían en libertad en los montes de Santa María Maior y que este 2025 estrenará curro (recinto donde se realiza), tras los destrozos causados por vándalos el año pasado. EFE/ Eliseo Trigo

Paula Fernández

Vuelve la Rapa das Bestas de Campo do Oso en Mondoñedo (Lugo) este domingo, un espectáculo en el que se identifica y desparasita a los caballos que se crían en libertad en los montes de Santa María Maior y que este 2025 estrenará curro (recinto donde se realiza), tras los destrozos causados por vándalos el año pasado. EFE/ Eliseo Trigo

Mondoñedo (Lugo), 29 jun (EFE).- Campo do Oso, en Mondoñedo (Lugo), ha vuelto a ser el escenario un año más de la Rapa das Bestas, una tradición milenaria para desparasitar e identificar a los caballos que se crían en libertad en los montes de Santa María Maior y que este año ha estrenado escenario.

Vuelve la Rapa das Bestas de Campo do Oso en Mondoñedo (Lugo) este domingo, un espectáculo en el que se identifica y desparasita a los caballos que se crían en libertad en los montes de Santa María Maior y que este 2025 estrenará curro (recinto donde se realiza), tras los destrozos causados por vándalos el año pasado. EFE/ Eliseo Trigo

En 2024, pocos días antes de la Rapa, el curro (como se denomina al recinto) donde se realizaba el espectáculo apareció destrozado por un acto vandálico con motosierras.

Los ganaderos de Santa Maria Maior aseguraron entonces que lo sucedido estaba relacionado con una cuestión que ya está en los tribunales, el conflicto en torno a 400 hectáreas de terreno que mantienen con sus vecinos de Bretoña, si bien estos últimos se desvincularon de lo ocurrido.

Ese contratiempo no evitó que la rapa siguiese adelante en 2024, en un espacio improvisado sobre el que este año, en la 46ª edición de la celebración, se ha construido un nuevo curro para acoger este rito tradicional.

El nuevo recinto tiene una extensión de cuarenta metros lineales de perímetro, con postes de madera, y allí se han congregado los vecinos y turistas que han acudido a contemplar la primera rapa del año en A Mariña lucense.

Se trata de una tradición ancestral existente en diferentes puntos de Galicia, que se ha mantenido de generación en generación y que tiene como objetivo rapar, desparasitar y marcar a los caballos.

El resto del año, los animales pastan y pasean en libertad y en grandes manadas, en este caso en los montes de Santa María Maior.

La jornada ha arrancado a las diez de la mañana, cuando los jinetes han salido para reunir y bajar a los caballos salvajes al curro.

Este año, la bajada ha sido más complicada, ya que los caballos no están todavía acostumbrados al nuevo curro, pero no ha sido problema para conseguir reunir a unas 200 bestias.

Una vez reunidos, ha sido el turno de los luchadores, que un año más han vuelto a medir sus fuerzas con los animales ante la mirada atenta de los espectadores, para cortar sus crines.

También se les ha desparasitado y se les ha marcado para poder identificados, aunque esta parte de la tradición sí que ha cambiado con los años, ya que antes se hacía con fuego y en la actualidad se utiliza nitrógeno para reducir el sufrimiento del animal.

La fiesta también ha dejado hueco a la gastronomía. El Área de Rural de la Diputación de Lugo ha promocionado productos de carne de caballo de pura raza gallega, en colaboración con la Asociación de Criadores de Pura Raza de Cabalo Galego (Puraga).

La de Mondoñedo no es la única rapa prevista en A Mariña, le seguirán la de Boimente (Viveiro), el 6 de julio, y la de Neipín (A Pontenova), el 19 de julio.