La realeza británica despide a la duquesa de Kent en la catedral católica de Westminster

El príncipe de Gales, Guillermo, y su esposa Catalina en el funeral de la duquesa de Kent. EFE/EPA/NEIL HALL

Londres, 16 sep (EFE).- La realeza británica despidió este martes a Katherine, la duquesa de Kent, casada con un primo de la fallecida reina Isabel II, con un emotivo funeral en la catedral católica de Westminster en Londres, al que acudieron el rey, Carlos III, y los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina.

El responso se realizó con una misa de réquiem, el primer funeral de este tipo para un miembro de la monarquía en la historia moderna británica, pues la duquesa profesaba la fe católica romana desde 1994 -la primera miembro de alto rango de la familia real en convertirse desde 1701-.

Durante la ceremonia, se interpretó un lamento escocés con gaitas, el mismo que sonó durante el funeral de Isabel II en 2022, por parte de un gaitero del regimiento de los Royal Dragoon Guards, mientras el ataúd, hecho de sauce inglés y cubierto con un estandarte real, procesionó por el pasillo central de la catedral.

La reina Camila, esposa de Carlos III, no acudió al acto debido al padecimiento de una «sinusitis aguda», según informó el Palacio de Buckingham, que indicó que se espera que esté recuperada para la visita de Estado de dos días que inicia el miércoles el presidente estadounidense, Donald Trump.

Se trata del primer funeral real que se celebra en la catedral de Westminster, situada en el barrio londinense de Victoria, desde su construcción en 1903 y fue oficiado por el cardenal católico Vincent Nichols, arzobispo de la diócesis de Westminster.

El papa León XIV, a través del nuncio apostólico en el Reino Unido, el arzobispo español Miguel Mauri Buendía, expresó este martes en una carta dirigida al soberano sus «profundas condolencias» por el fallecimiento de la duquesa.

También mostró su «cercanía en la oración» a «su majestad, a los miembros de la familia real y, en especial, a su esposo, el duque de Kent, y a sus hijos y nietos en este momento de dolor».

«Me uno a todos aquellos que dan gracias a Dios Todopoderoso por el legado de bondad cristiana de la duquesa, visible en sus muchos años de dedicación a sus funciones oficiales, su patrocinio de organizaciones benéficas y su esmerado cuidado de las personas vulnerables de la sociedad», manifestó el pontífice.

La duquesa falleció el pasado 5 de septiembre a los 92 años. Desde finales de los 90 vivía independiente a su marido, el duque de Kent, del que no llegó a divorciarse y con quien tuvo tres hijos: Jorge, conde de San Andrés, Elena y Nicolás.

El féretro llegó al templo católico londinense este lunes, portado por ocho guardias reales después de permanecer varios días en la capilla privada del palacio de Kensington, mientras que las banderas del Reino Unido se mantuvieron a media asta durante el responso.

Katherine Kent fue muy querida en el Reino Unido, y se la conocía por su pasión por la música y su relación con el torneo de tenis de Wimbledon, cuyos premios entregó entre 1969 y 2001.

En 2002 se retiró de la vida pública y renunció al tratamiento como ‘alteza real’ para comenzar a enseñar música como ‘la señora Kent’ en una escuela pública en la que permaneció hasta 2010.

Al término de las exequias, el féretro abandonó la catedral de Westminster y se dirigió al cementerio real de Frogmore, en los terrenos del castillo de Windsor, a unos 40 kilómetros de Londres, donde se depositaron sus restos en una ceremonia privada.

El rey Carlos III en el funeral de la duquesa de Kent. EFE/EPA/NEIL HALL
El féretro de la duquesa de Kent ante la catedral de Westminster en Londres. EFE/EPA/TOLGA AKMEN