Guayaquil (Ecuador), 26 jun (EFE).- La recaptura del narcotraficante, José Adolfo Macías Villamar, (‘Fito’), el más buscado de Ecuador y líder de Los Choneros, la banda criminal más grande y antigua que opera en el país, representa un objetivo cumplido y clave para el presidente Daniel Noboa.
Esto se da en el contexto de la «guerra» contra el crimen organizado que declaró en 2024 el manadario de Ecuador y que es empañada por el alza de homicidios y la reciente fuga de la cárcel de otro gran cabecilla.
‘Fito’ fue una piedra en el zapato para Noboa casi desde que asumió la Presidencia del país, a finales de noviembre de 2023, puesto que a inicios de enero de 2024 se conoció que huyó de la Cárcel Regional de Guayaquil, la que convirtió en su centro de operación criminal.
Tras revelarse su fuga, en el país se desató una serie de atentados y actos de violencia que incluyeron secuestros de policías, asesinatos, artefactos explosivos, incendios de vehículos, motines simultáneos en varias cárceles, además de la toma del canal TC Televisión por parte de otro grupo armado que secuestró a sus trabajadores por varias horas.
Fue entonces cuando Noboa declaró que el país estaba viviendo un «conflicto armado interno» y pasó a denominar a bandas criminales como Los Choneros como «terroristas», por ser responsables del aumento de la violencia que llevó al país en 2023 a estar a la cabeza de Latinoamérica en índice de homicidios.
«Creo que estamos bastante cerca y por eso vemos represalias, por eso vemos ataques y amenazas, porque se dan cuenta de que estamos muy cerca», dijo Noboa sobre la recaptura de ‘Fito’ a finales de enero de 2024.
Desde ese momento, en la mayoría de las entrevistas a medios se le preguntaba al mandatario por el paradero del líder criminal. «En el país, de lo que hemos podido analizar, lo más probable es que no esté», dijo a un medio local.
El líder de Los Choneros, condenado en 2011 a 34 años de cárcel por varios delitos como narcotráfico, asesinato y delincuencia organizada, fue capturado en un operativo militar desarrollado en su natal ciudad de Manta, en la costera provincia de Manabí, en donde la organización criminal surgió en 1998 y se hizo fuerte.
Cada vez más cercado
Durante el año y medio en el que no se supo públicamente nada de él, las fuerzas de seguridad intentaron asfixiar a ‘Fito’ con la detención de una estructura criminal que era parte de su círculo cercano, de su pareja sentimental, e incluso capturaron a su hermano y a otros familiares, quienes, según la Policía, llegaron a lavar millones de dólares para el narcotraficante.
El Gobierno llegó a ofrecer un millón de dólares por «información valiosa» que lleve a la captura del líder criminal.
Apareció este miércoles, cuando, tras labores de inteligencia, se logró identificar que estaba escondido en un búnker subterráneo dentro de una lujosa vivienda ubicada en medio de un barrio pobre y con calles de tierra.
«Van a caer todos», dice el ministro de Defensa
«Cayó Fito, y van a caer todos. Nunca hemos pactado y aquí está la prueba. Este Gobierno mira directamente a los ojos del crimen organizado», dijo este jueves el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo.
«Sabemos que el pueblo ecuatoriano ha vivido con miedo y frustración por muchos años, pero hoy les decimos con hechos que no están solos, que cuentan con un Gobierno con un liderazgo firme y unas fuerzas del orden que tienen el respaldo de su presidente y de los ministros del Bloque de Seguridad», añadió el funcionario.
«Este es el camino y vamos por todos y cada uno. Los delincuentes, los terroristas, los corruptos deben saber bien que no hay escondite», señaló Loffredo, quien la noche anterior, cuando llegó junto a ‘Fito’ a Guayaquil para trasladarlo a la cárcel de máxima seguridad, La Roca, dijo que, tras ésta operación, hace falta capturar «a uno todavía».
Reciente fuga de ‘Fede’
Hace unos días se conoció de la fuga del narcotraficante, Rolando Federico Gómez Quinde (‘Fede’), líder de la banda Los Águilas, quien había salido de la Penitenciaría del Litoral, la prisión más grande y peligrosa del país, con la aparente ayuda de miembros de las fuerzas de seguridad.
Una huida que puso en jaque a Noboa, que ha encontrado en la captura de ‘Fito’ una reivindicación para seguir adelante con su «guerra» contra las bandas criminales y contra el nivel de violencia sin precedentes que registra el país desde inicios de 2025, al contabilizar un asesinato por hora.
