La regeneración de suelo degradado puede revertir la inflación alimentaria en el mundo

Imagen de archivo de ganado muerto por la sequía en la presa Las Lajas, en el municipio de Buenaventura, en el estado de Chihuahua (México), en septiembre de 2024. EFE/ Luis Torres

Madrid, 24 ago (EFE).- La degradación del suelo a causa de sequías, olas de calor, incendios, lluvias intensas o la erosión amenaza con seguir incrementando la inflación alimentaria en Europa y en general en el mundo, una situación que puede revertirse con la adopción de políticas para la regeneración de amplias zonas degradadas.

Así lo revela el estudio ‘Extremos climáticos, subidas de los precios de los alimentos y sus riesgos sociales más amplios’, elaborado por investigadores de España, Alemania y el Reino Unido y que analiza cómo esas situaciones influyen en la subida de los precios de los alimentos en diferentes puntos del planeta.

Recuerda, además, que 2024 fue el año más cálido según datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), con registros que han superado el 1,5 ºC de umbral recogido en el Acuerdo de París como propicio para evitar consecuencias para la humanidad y la pérdida de biodiversidad.

 

Sequías en todo el mundo

Los investigadores del Barcelona Supercomputing Centre y la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (Icrea) en España; del Potsdam Institute for Climate Impact Research y el Banco Central Europeo, en Alemania, y tres centros en el Reino Unido (Energy and Climate Intelligence Unit, Institute of Biological and Environmental Sciences de la Universidad de Aberdeen y la Food Foundation) recogen ejemplos de cómo las sequías conllevaron subidas de precios en el mundo.

Así, la sequía de 2022-2023 en España e Italia provocó alzas del 50 % en el precio del aceite de oliva al año siguiente, mientras en Brasil el café se incrementó un 55 % en agosto de 2024 tras la sequía del año anterior y en México las frutas y verduras subieron un 20 % en enero de 2024 por esa misma causa.

En noviembre de 2022 el coste de las verduras aumentó un 80 % en California y Arizona (EE.UU.) por la sequía y en Etiopía los alimentos llegaron a ser un 40 % más caros en marzo de 2023 por la falta de lluvias el año anterior.

Asimismo, las olas de calor de 2023 y 2024 provocaron subidas del 280 % del cacao en Ghana y Costa de Marfil, del 36 % del maíz en Sudáfrica, del 89 % de patatas y cebollas en la India, y en países con gran consumo de arroz, como China, Japón o Indonesia, el coste se incrementó un 30 %, 48 % y 16 % respectivamente, al tiempo que en Corea del Sur la col aumentó un 70 % y en Vietnam el café Robusta subió un 100 %.

Pero también las precipitaciones provocaron en el Reino Unido incrementos del 22 % en el precio de las patatas entre enero y febrero de 2024 tras un invierno muy lluvioso; en Pakistán, asolado estas últimas semanas por inundaciones, ese fenómeno meteorológico provocó subidas del 50 % de los alimentos en zonas rurales en agosto de 2022, y en Australia, a raíz de las inundaciones de primavera de 2022, la lechuga aumentó un 300 %.

El informe señala que un análisis econométrico reciente confirma que las «temperaturas anormalmente altas provocan directamente un aumento de los precios de los alimentos», a largo y corto plazo, porque la degradación del suelo conduce a cultivos agrícolas más débiles y vulnerables a las sequías e inundaciones y cosechas más pobres.

Los investigadores apuntan que la intensificación de los impactos climáticos acarrea también un incremento de los riesgos sociales, como el aumento de desigualdades económicas y carga sobre los sistemas sanitarios, hasta la desestabilización de los sistemas monetarios y políticos.

Salvar el suelo

El Movimiento Salvemos el Suelo (Save Soil) advierte de que «la crisis silenciosa de la degradación del suelo» es un factor importante, pero ignorado, de esta tensión económica y una amenaza crítica para la seguridad alimentaria futura de Europa.

 «El deterioro de la salud del ecosistema más importante de nuestro planeta, el suelo, expone cada vez más nuestros sistemas alimentarios a devastadores impactos climáticos como sequías e inundaciones, lo que genera precios volátiles y cosechas inciertas», señala la coordinadora de Ciencia y Políticas de Save Soil, Praveena Sridhar.

Subraya que «se necesita un suelo sano para mitigar estas crisis y protegernos de ellas».

Precisamente, la ONU declaró el Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas entre 2021 y 2030, iniciativa que está dando sus frutos, como la gran muralla verde del Sahel, de 8.000 kilómetros desde Senegal hasta Yibuti.

Otro ejemplo de regeneración del suelo es el proyecto emprendido en 1978 por China, en la meseta de Loess, para frenar la desertificación con la reforestación de 4.500 kilómetros, plan que prevé terminar en 2050.

En España, entre las provincias de Almería, Granada y Murcia, el proyecto AlVelAl -acrónimo de Alto Almanzora, los Velez y el Altiplano granadino- de agricultura regenerativa pretende recuperar en veinte años un millón de hectáreas seriamente degradadas.