Londres, 18 sep (EFE).- La reina Camila y Melania Trump visitaron este jueves la casa de muñecas de la reina María y la biblioteca real del Castillo de Windsor, en la recta final de la visita de Estado que realizan al Reino Unido la primera dama y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Este recorrido se llevó a cabo después de que Trump abandonara Windsor, a las afueras de Londres, despedido con un apretón de manos por el rey Carlos III, antes de dirigirse a la residencia de campo del primer ministro británico, Keir Starmer, con quien mantendrá una reunión.
Esta casa de muñecas, considerada la más grande del mundo, fue construida entre 1921 y 1924 para la reina María, consorte del Rey Jorge V, por el prestigioso arquitecto británico Edwin Lutyens, y alberga obras de más de 1.500 de los mejores artistas, artesanos y fabricantes de principios del siglo XX.
También visitaron la biblioteca real del castillo de Windsor, que fue fundada por el rey Guillermo IV en 1837 en tres salas de los apartamentos de Estado del complejo, que cuenta con más de 200.000 ejemplares entre libros antiguos, de literatura, música, historia, antigüedades, ciencia, religión y derecho, así como monedas, medallas, condecoraciones e insignias.
En este recorrido, fueron acompañadas por Tim Knox, director de la Royal Collection, Elisabeth Ashby, comisaria de Libros y Manuscritos, y Stella Panayatova, bibliotecaria real, y visitaron a un grupo de escolares que se encontraba pintando y escribiendo libros para un proyecto de arte.
Después, la reina consorte y la primera dama se encontraron con la princesa de Gales, Catalina, en los jardines de Frogmore, donde conocieron a un grupo de niños del programa ‘Scouts Squirrels’, del que la princesa es copresidenta desde 2020.
Con estos ‘scouts’ participaron en actividades como la clasificación y estampado de hojas de árboles, y la construcción de casas para insectos, y disfrutaron de un pícnic en el jardín.
Al finalizar estos compromisos, Melania Trump se dirigió a Chequers, en el sureste de Inglaterra, para reunirse con su esposo en su encuentro con Starmer, con quien se espera que selle acuerdos para cooperar en la construcción de plantas de energía nuclear e inversión en tecnología.