Salvador Ruiz
Málaga, 19 mar (EFE).- Áreas inundadas el ensancharse los cauces de ríos, la presa de Casasola hasta arriba y sigue desembalsando y el mar teñido de marrón cerca de las desembocaduras es la escena de la resaca de la borrasca Laurence en Málaga, en un recorrido aéreo por las zonas afectadas por las intensas lluvias.
Pese a todo, la situación de este miércoles en la comarca malagueña del Valle del Guadalhorce y sus proximidades nada tiene que ver con la del día anterior, en la que “todo era agua y las casas estaban metidas dentro de ella, era más espectacular, el campo estaba completamente anegado”.
Así es como definen el ayer de este episodio de fuertes precipitaciones los pilotos de un helicóptero de la Unidad Aérea de la Guardia Civil de Málaga, que han efectuado un detallado vuelo de reconocimiento de algo más de una hora por todo ese territorio y que ha seguido EFE a bordo de la nave, un Dauphin AS365N3.
Normalización

Es un “período de normalización de la situación de ayer” con la tregua de hoy (habrá que ver el jueves y la semana que viene), explica el teniente piloto de helicóptero Enrique Terrón, que ha realizado el recorrido de navegación que estaba al mando del capitán Luis Francisco Miranda, y en el que también ha viajado el agente operador Enrique.
Se trataba de valorar las consecuencias de la riada y se ha apreciado que el cauce del río Guadalhorce está bastante más contenido y se ve una normalización tras un día anterior con numerosas incidencias que se pudieron resolver.
“Hoy se aprecian los restos y vestigios de la riada de ayer, el cauce del río desde Álora hasta su desembocadura aparentemente ya está bastante más contenido, el caudal de agua ha bajado considerablemente y todos los terrenos que se encontraban anegados empiezan a retomar su situación normal”, describe a EFE Terrón.
El agua en Casasola, en la cota de su aliviadero

Han llegado hasta la presa de Casasola para comprobar su desembalse, donde todavía el agua continúa en la cota de su aliviadero, pero ya la salida del liquido está bastante más contenida y no tiene el caudal que tenía este martes, explica.
Ya en el área de la desembocadura del río Guadalhorce, para inspeccionar el estado del mar, se aprecia una tonalidad marrón propia del agua desembalsada por los ríos.
El Guadalhorce se ve con mucho barro, hay áreas encharcadas por la localidad de Pizarra, el río marcha por su cauce normal, la situación está bastante más controlada que el martes, cuando se tuvieron que efectuar rescates en lanchas neumáticas.
Construcciones en zonas inundables
Se sobrevuelan zonas de frutales y se llega al municipio de Álora, tras pasar por una zona de recovecos del río. Hay construcciones cerca del cauce en zonas inundables, que cuando llegan grandes caudales se convierten en un sitio más delicado. No se ven cortes de carretera en el itinerario seguido.
En el horizonte aparece el viaducto del tren de alta velocidad (AVE), donde en la dana de octubre se quedaron dos trenes parados, recuerda una tripulación, que tiene cuidado durante su trabajo de no perjudicar el tráfico aéreo en el área de influencia o eje de aproximación de un aeropuerto de la envergadura del de Málaga.
Vegetación tumbada en las lindes del cauce cerca de Cártama es otra observación. Estos ‘agentes del aire’ no tuvieron que efectuar ningún rescate el martes, pero estuvieron vigilantes con continuas pasadas por si encontraban a personas en apuros.
40 rescates en la dana de octubre
La dana de octubre, la coincidente con la tragedia de Valencia, fue bastante más comprometida en Málaga y el helicóptero del instituto armado de Granada, preparado para rescates, tuvo que efectuar hasta 40 ‘ciclos de grúa’ o descensos y ascensos de un cable con rescatador en la provincia malagueña.
La presa de Casasola se ve prácticamente llena, “a ras”. En el cauce del río Campanillas se vislumbra una furgoneta que probablemente estaría aparcada cerca del cauce y fue arrastrada por la corriente, tiene un parasol extendido en la luna delantera.
En el mar la mancha marrón formada por lo arrastrado por los ríos alcanza unos 500 metros desde la orilla hacia el interior. Mientras, en el campo de golf del Parador de Turismo se sigue practicando este deporte que tanto ingresos reporta a la economía provincial.
Vigías al cuidado de todos
La Guardia Civil cuenta con medios aéreos desplegados en Sevilla, Rota (Cádiz), Málaga y Granada y en el caso de la Unidad Aérea de Málaga esta al frente su capitán jefe, Juan López, que encabeza un nutrido grupo de profesionales que en situaciones como estas se convierten en vigías al cuidado de todos.
El ‘Cuco’, como se conoce en el argot aeronáutico a los helicópteros de la Guardia Civil, empieza rápido otra misión, sale en busca de un posible desaparecido por la riada, un motorista.
El trabajo sigue para estos serviciales servidores públicos de un grupo del instituto armado que suma ya 52 años de trayectoria. El lema del escudo que portan su pecho lo dice claro: ‘Ut videam in altum’. Que significa: ‘Os vigilamos en las alturas’, algo que tienen muy claro y llevan a gala.