La Reserva Federal de EE.UU. mantiene los tipos con el inédito voto en contra de dos gobernadores

Fotografía de archivo del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, quien abogó por una revisión exhaustiva y completa de la Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense. EFE/ Shawn Thew

Washington, 30 jul (EFE).- La Reserva Federal (Fed) estadounidense decidió este miércoles mantener los tipos en su rango del 4,25 al 4,5 %, pero en una decisión inédita en tres décadas, dos de sus gobernadores se pronunciaron en contra y abogaron por recortarlos un cuarto de punto.

El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed finalizó su quinta reunión del año cumpliendo las previsiones de que no iba a haber modificaciones, pero dio la sorpresa al precisar que el gobernador Christopher Waller y Michelle Bowman, vicepresidenta de Supervisión, hubieran preferido bajar las tasas.

El líder de la Fed, Jerome Powell, le quitó importancia: «Ha sido una reunión bastante buena, en la que la gente reflexionó cuidadosamente sobre esto y expuso sus posiciones. La mayoría consideró que la inflación está un poco por encima del objetivo. El empleo máximo está en el objetivo», sostuvo en una conferencia de prensa.

La situación, en su opinión, «requiere una postura de política monetaria modestamente restrictiva por ahora», dijo no sin valorar que los dos disidentes aportaran «un pensamiento claro».

El presidente de la Fed insiste en que su organismo puede permitirse esperar el momento adecuado. En su contra tiene al mandatario estadounidense, Donald Trump, quien hoy mismo le reiteró que deber recortar los tipos.

Powell, en cambio, subraya tanto su independencia como la necesidad de tener más cifras que ofrezcan un panorama claro sobre el impacto de los aranceles lanzados por Trump, cuya entrada en vigor tendrá lugar este viernes al acabarse el plazo concedido por Washington a sus socios comerciales.

«Si recortamos los tipos demasiado pronto, quizá no hayamos logrado acabar con la inflación. La historia está llena de ejemplos de que, si se recortan demasiado tarde, quizá se esté dañando innecesariamente el mercado laboral. Así que estamos buscando el momento adecuado», sostuvo el líder de la Fed.

Powell señaló que aunque se está teniendo mayor claridad sobre la política arancelaria de Trump, «aún queda mucho por entender» sobre cuáles serán los porcentajes finales y si causarán una inflación persistente.

«El nivel efectivo de los aranceles no fluctúa mucho en este momento, pero al mismo tiempo quedan muchísimas incertidumbres», dijo considerando que la Fed está bien posicionada para no dejarse llevar por las prisas y que la economía del país permanece sólida.

Este miércoles el Buró de Análisis Económico (BEA) anunció que la economía de EE.UU. creció un 0,7 % intertrimestral de abril a junio después de la contracción del 0,1 % registrada en el primer cuarto del ejercicio, mientras que en términos anualizados aumentó un 3 %, frente al retroceso del 0,5 %.

A su vez, el Índice de Precios de Consumo (IPC) subió un 2,7 % interanual en junio, un aumento de tres décimas con respecto al dato de mayo, y la inflación subyacente, que excluye la energía y los alimentos, los elementos más volátiles, se situó en el 2,9 %, en lo que podría ser el inicio de una tendencia ascendente y un indicio de los impactos de los aranceles anunciados en abril por Trump.

«El aumento de los aranceles ha comenzado a reflejarse con mayor claridad en los precios de algunos bienes, pero sus efectos generales sobre la actividad económica y la inflación están por verse», declaró Powell para reforzar su apuesta por la cautela.

Una posibilidad razonable, en su opinión, «es que los efectos sobre la inflación podrían ser de corta duración, reflejando un cambio puntual en el nivel de precios. Sin embargo, también es posible que los efectos sean más persistentes, y ese es un riesgo que debe evaluarse y gestionarse».

Trump insistió a Powell este miércoles en que debe bajar los tipos «¡YA!», según le dijo en mayúsculas en su red social, Truth Social, pero este último pidió respeto para la independencia de su organismo.

«Tener un banco central independiente ha sido un arreglo institucional que ha servido bien al público, y mientras lo siga haciendo debería continuar y ser respetado. Si no se tuviera eso habría una gran tentación de usar los tipos para influir en las elecciones, por ejemplo. Y eso es algo que no queremos hacer», concluyó apuntando que socavaría su credibilidad tomar las decisiones en base a las necesidades fiscales del Gobierno.