La reunión Illa-Puigdemont marca el arranque del curso político

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, durante la sesión de control al gobierno catalán en julio último. EFE/Enric Fontcuberta
Madrid, 1 sep (EFE).- La reunión entre el presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, y el expresidente Carles Puigdemont que se celebra este martes en Bruselas va a marcar el arranque del curso político, un encuentro que para el Gobierno es parte de la necesaria «normalidad» y que el PP ve como un «chantaje» de los independentistas para que el Ejecutivo apruebe los presupuestos. El encuentro se va a celebrar además el mismo día en el que el Consejo de Ministros va a aprobar la condonación de la deuda a las comunidades autónomas por un importe de 85.000 millones de euros.
El presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha valorado este lunes la actualidad política en una rueda de prensa ofrecida tras la reunión de la Ejecutiva Nacional del partido.EFE/ Alejandro García
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los líderes de los principales partidos han celebrado este lunes diversos actos a modo de inicio del curso político tras las vacaciones de verano. Sánchez no se ha referido a esa reunión Illa/Puigdemont en un acto celebrado en Madrid en el que ha trazado las líneas maestras del pacto de Estado frente a la Emergencia Climática, pero fuentes de Moncloa sí han querido comentar qué esperan de ese encuentro. Fuentes del Gobierno han enmarcado en la «normalidad» la reunión que tendrá lugar a las 16:30 horas en la sede de la Delegación de la Generalitat ante la Unión Europea en Bruselas y, aunque reconocen que Junts es imprevisible, sí admiten que la cita puede ayudar a la negociación presupuestaria. Sánchez avanzó en julio que el Gobierno presentará su proyecto de presupuestos, una idea en la que han insistido varios miembros del Ejecutivo durante las últimas semanas. El propio Illa, promotor de la reunión, según ha dicho, ha dicho que el encuentro ya «toca» para «enviar un mensaje» de que «el motor, en democracia, es el diálogo». Puigdemont es el único expresidente de la Generalitat en activo con el que Illa no se ha reunido desde que accedió al cargo, después de que el año pasado lo hiciese con Jordi Pujol, José Montilla, Artur Mas, Quim Torra y Pere Aragonès. Un «chantaje» más La noticia ha sorprendido al Partido Popular reunido en un cónclave en Aranjuez (Madrid) para definir su estrategia política para los próximos meses. Su líder, Alberto Núñez Feijóo, ha dicho que el encuentro es «una falta de respeto a los catalanes y al Estado de las autonomías» y ha cargado duramente contra Illa, al que ha acusado de mentir y de no ser «de fiar». Además, ha afirmado que «a lo mejor» Illa «pretende sustituir» al exsecretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, como negociador con Puigdemont, haciendo referencia a que era el enlace con los dirigentes de Junts hasta su imputación en el caso Koldo. Feijóo ha hecho una crítica de los pactos que Sánchez pretende llevar a cabo para aprobar los presupuestos de 2026, y en especial del «chantaje» al que, a su juicio, le someterán los independentistas de Junts. En la misma línea se ha pronunciado la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, quien a través de X ha acusado a su homólogo catalán de falta de «pudor» y «ética» por la «vergonzosa reunión» con Puigdemont. Por su parte, el líder de Vox, Santiago Abascal, ha considerado que esta reunión es una «evidencia» del «chantaje permanente al que el separatismo ha sometido» a España. El PP de Cataluña y Vox han registrado este lunes, por separado, dos peticiones de comparecencia de Illa en el Parlamento de Cataluña para que dé detalles de la reunión. Una normalidad necesaria Entre los socios de Gobierno, el ministro de Cultura y portavoz de Movimiento Sumar, Ernest Urtasun, ha considerado positivo que se celebre un encuentro que ha enmarcado en la normalidad en la que ha venido trabajando su formación. También ha celebrado el encuentro el coordinador general de IU, Antonio Maíllo, quien lo ha calificado como una «buena noticia» fruto de la «necesaria» normalización de relaciones, aunque ha lamentado que el encuentro no se pueda celebrar en Barcelona «en cumplimiento» de la ley de amnistía. Para el secretario general de JxCat, Jordi Turull, por el contrario, la reunión «llega muy tarde», en un momento en el que su partido «la había dejado de pedir», ha asegurado en declaraciones a RAC1.