La salud del senador colombiano Uribe Turbay mantiene en vilo a todo un país

Imagen tomada de la red social X, de la cuenta oficial de la Fundación Santa Fe de Bogotá (@FSFB_Salud), que muestra el comunicado oficial sobre el estado de salud del senador y precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay. Turbay continúa sin cambios y en "máxima gravedad", señaló la Fundación Santa Fe de Bogotá, donde está ingresado por la heridas sufridas el 7 de junio en un atentado. EFE/ @fsfb_salud

Bogotá, 17 jun (EFE).- El estado de salud del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay mantiene en vilo a Colombia diez días después del atentado en el que fue gravemente herido a bala en la cabeza, y su apego a la vida lo ha convertido en símbolo de resistencia contra la violencia política en el país.

«Nosotros estamos esperando que Miguel, que está dando su gran batalla por la vida, recupere su estado normal y regrese nuevamente a la vida», dijo este martes a periodistas su tío, el exsenador Julio César Turbay Quintero, a la salida de la Fundación Santa Fe de Bogotá, donde su sobrino está ingresado desde el 7 de junio, día del atentado.

La preocupación por Uribe Turbay, de 39 años y miembro del partido de derecha Centro Democrático, aumentó el lunes cuando, según los médicos, su cuadro «crítico» pasó a «extremadamente crítico» tras ser sometido a dos cirugías, la segunda de ellas de emergencia, tras detectarse que tenía un «sangrado intracerebral agudo».

El parte médico de esta mañana trajo una luz de esperanza para sus familiares y las decenas de personas que día y noche oran por su recuperación a las puertas de la Santa Fe, donde incluso anoche un sacerdote ofició una misa al aire libre por su salud.

Según el único parte médico de hoy, «persiste su condición clínica de máxima gravedad, con pronóstico reservado».

«Está delicado de salud pero con buen pronóstico, creo yo», agregó el tío del político, una fe que comparte con la gente que se releva frente a la clínica para darle apoyo al paciente y a su familia.

 Oración permanente por un milagro

Ante el altar improvisado a las puertas del centro médico, una bandera de Colombia con una foto del senador y las frases «¡No más violencia!» y «¡Fuerza, Miguel!», que se convirtió en un grito de fe y resistencia, se reúnen todos los días personas venidas de distintos lugares para rezar por su salud.

Por ahí pasan amas de casa, jubilados, niños, adultos, sacerdotes, estudiantes, militares, policías y desempleados para rezar una oración, encender una vela o depositar una imagen religiosa más, con la convicción de que «para Dios nada es imposible».

«Estoy acá por ella», dice a EFE William Rojas, un hombre joven que sostiene una imagen de mediano tamaño de la Virgen de Fátima y quien asegura que aunque no conoce a Uribe Turbay, ni había oído hablar antes de él, emprendió el viaje hasta Bogotá desde el departamento de Antioquia (noroeste) para apoyar en la oración.

Rojas, que dice que permanecerá tres días frente a la clínica en «oración y ayuno», asegura: «No vine porque quería o por mérito propio ni porque me invitaron, no conozco nada de ese señor, pero en mi corazón hay una gran confianza en que Dios lo escogió a él para algo muy grande y la misma Santísima Virgen María se ha puesto al mando de todo».

Al ser preguntado sobre lo que espera de esta misión, responde: «La sanación completa del señor Miguel y la conversión del joven que le disparó», en referencia al adolescente de 15 años que atacó a bala al político cuando hablaba en el barrio bogotano de Modelia para unos seguidores en uno de sus primeros actos públicos para las elecciones presidenciales de 2026.

Además del sicario, detenido minutos después de los disparos, otras dos personas fueron arrestadas en los últimos días como presuntos coautores pues en vídeos del atentado y de los momentos y días previos se les ve circulando por la zona y hablando con el atacante.

Los otros dos detenidos son Carlos Eduardo Mora González y Katerine Andrea Martínez, esta última una joven de 19 años a quien un juez le dictó hoy prisión preventiva, según la Fiscalía.

Los testimonios de los tres son claves para llegar a los mandantes de este atentado que ha causado conmoción en Colombia y sobre los cuales las autoridades no tienen todavía ninguna pista.